Historia, pregunta formulada por vicromnew, hace 1 mes

explica las rebeliones indígenas de 1871​

Respuestas a la pregunta

Contestado por danielajimenez032002
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Respuesta:

Los hechos acaecidos en Oruro durante 1781, cuyas causas se remontan a los años anteriores y cuyas consecuencias se plasmaron en los años posteriores, motivan diferentes reflexiones en torno a los objetivos de los rebeldes aymaras y quechuas, a los objetivos de los rebeldes criollos, a las causas de la alianza entre ambos sectores y las causas que llevaron a la ruptura.

1. LOS OBJETIVOS GENERALES DE LOS SUBLEVADOS INDÍGENAS

2Las principales fuentes para el estudio de esos objetivos son los hechos y acciones de los sublevados, sus proclamas y las declaraciones de los prisioneros. Esta última fuente es la menos fiable por el carácter mismo de la declaración de alguien que está bajo presiones.

3La sublevación, a medida que pasaba el tiempo y se agudizaba la represión, fue ampliando, aclarando y radicalizando sus objetivos. Por otra parte, no todos los sublevados tenían la misma conciencia de sus fines últimos; muchos los confundían con sus intereses inmediatos o se contentaban con ellos. Estos dos factores dificultan la sistematización del presente estudio. Sin embargo, en cualquier caso, el punto de partida es el mismo: acabar con la situación económico-social de explotación que sufría el indígena-campesino durante la colonia.

1 Túpac Amaru a los criollos. Tungasuca, 21 de febrero de 1781. Existen varias copias, una de ellas (...)

4La consigna de Túpac Amaru: «Cortar el mal gobierno, de tanto ladrón que nos roba la miel de nuestros panales»1, se propagó por toda el área sublevada y resumía metafóricamente el sentido de la revolución.

5El campesino indígena estaba sometido a dos formas de explotación: era mano de obra obligada para la minería (mita) y la manufactura (obrajes); estaba obligado a entregar la mayor parte de su excedente al Estado y a la Iglesia, a través del tributo indígena y los diezmos. Tanto la mita como el tributo fueron institucionalizados por el Virrey Toledo en la segunda mitad del siglo xvi, o sea que en el siglo xviii, a pesar de los abusos y de las consiguientes protestas, eran instituciones consolidadas y, por tanto, el campesino estaba, en cierta medida, adaptado a ellas. Existía un equilibrio económico entre los intereses estatales y la economía campesina de autosubsistencia.

2 Gölte, Jurgen: Repartos y rebeliones, págs. 13 y ss.

6Este equilibrio fue roto en el siglo xviii, como bien anota Golte2, como consecuencia de la instauración del sistema de los repartimientos mercantiles. La mita, el tributo, la economía de autosubsistencia eran fuertes limitaciones para la actividad privada, especialmente para la expansión de la burguesía comercial. No existía libre disponibilidad de la mano de obra y, por otro lado, el campesino no estaba incorporado a la economía de consumo, sobre todo en lo que se refiere a productos de ultramar.

7El sistema de repartir obligatoriamente mercancías al indígena rompió esas limitaciones. Aseguraba a la burguesía comercial limeña la venta de un buen número de productos y obligaba al indígena a vender su fuerza de trabajo para poder cancelar las deudas originadas por el reparto.

8Esta introducción del temprano capitalismo a la sociedad andina rompió el equilibrio económico y empeoró terriblemente la situación de explotación del indígena. Por ello, si bien los sublevados planteaban como objetivo central terminar con todas las pensiones a las que estaban sometidos, de éstas ponían especial hincapié en el reparto.

9La gran mayoría de las sublevaciones locales previas a la sublevación general tenían como exclusiva finalidad liquidar el reparto mercantil. El campesinado indígena utilizó también, como recurso de reclamo, la demanda ante los tribunales. Fuera por la vía legal o de los hechos, el denominador común era que ya no podían soportar esta carga económica.

3 Por ejemplo, en la carta al Cabildo de Cuzco de 3 de enero de 1781.

10En la sublevación general de 1780-1781, la abolición del reparto fue un objetivo central de los revolucionarios. El propio Túpac Amaru, al explicar las razones de su rebelión y de sus objetivos, afirmó una y otra vez: «¡Que cesen los repartimientos!»3.

11Es indudable que el reparto mercantil fue el principal punto de partida para la rebelión, pero su abolición no fue el único objetivo de los rebeldes. Al tiempo que la sublevación crecía, la lucha contra la explotación se generalizó a todo género de pensiones y gravámenes a que los campesinos estaban sometidos, a la liquidación de todas las obligaciones. Dámaso Catari, uno de los líderes principales de la revolución de Chayanta, preso y sometido a interrogatorio, resumió así esta posición:

Explicación:

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