Explica la influencia del día y la noche del bienestar familiar
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Desde que nacen y hasta los dos o tres años, aproximadamente, los niños y niñas orinan o hacen sus deposiciones cuando el cuerpo lo requiere. No tienen conciencia de este proceso, a menos que, por ejemplo, sientan dolor por estar estreñidos o les incomode la humedad y el olor.
Por ello, se opta por el uso de pañales, bien sea de tela o desechables, ya que en cualquier momento el cuerpo realiza este proceso de orina o de deposición, sin que haya control intencional de la niña o el niño para hacerlo.
No obstante, en la medida en que crecen, las niñas y los niños van adquiriendo cierta autonomía para aprender a ir al baño dejando de usar el pañal y asumiendo las costumbres de la familia y la comunidad.
En la mayoría de los casos, el organismo de niñas y niños está preparado para aprender a ir al baño alrededor del año y medio de edad. Sin embargo, debemos tener en cuenta que esta práctica tendrá lugar, cuando ellos estén listos.
Algunas señales que nos indican que los niños y niñas ya podrían estar preparados para hacerlo son:
La niña o niño indica con gestos o palabras que tiene ganas de orinar o hacer deposición
Realiza algunas acciones de autonomía como caminar, levantarse, sentarse, ayudar a quitarse y ponerse la ropa.
Se le facilita permanecer sentado atendiendo una actividad por un rato.
Muestra interés en aprender las costumbres de la familia y las imita.
Adicional a lo anterior, es esencial que la familia se encuentre preparada a tener paciencia para acompañar con calma este proceso y entender que puede tomar un buen tiempo.
Para cada niño o niña ese tiempo de aprendizaje es distinto, y por lo tanto, no se debe comparar su proceso con el de otros miembros de la comunidad o de la familia.
¿Cómo enseñar a las niñas y los niños a ir al baño?
Existen diversas formas de enseñar a las niñas y los niños a ir al baño, dependiendo de las costumbres de cada familia o comunidad, por ello es importante que todos se encuentren listos para dar inicio a este proceso.
La confianza entre la niña o el niño y su cuidador principal es un factor importante ya que le ayudará a reducir el temos y hará que el proceso sea más tranquilo.
Además, debe evitarse enseñar esta práctica cuando se está pasando por algún cambio en su vida como por ejemplo, la entrada a la educación inicial, el nacimiento de un hermanito, una mudanza o una situación difícil al interior de la familia.
Explicación:
Respuesta:
Todas las familias necesitan rutinas. Las rutinas ayudan a organizar la vida y a evitar a que se vuelva muy caótica. Los niños prosperan mejor cuando las rutinas son habituales, predecibles y constantes.
Uno de los retos más grandes de la familias es establecer rutinas cómodas y eficaces que mantengan un buen equilibrio entre el desorden y la confusión que pueden ocurrir si no se establecen, y entre la rigidez y el tedio que suelen sobrevenir cuando hay demasiada estructura y reglamentación: cuando no se le brindan a los niños opciones ni un poco de flexibilidad.