explica en qué consistió la reorganización imperial durante el siglo XVII
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La épica novohispana del siglo xvii encuentra su razón de ser en el deseo de plasmar en el género poético más prestigioso de la época las aspiraciones de la España imperial, pero desde una perspectiva muy particular. Lejos de la metrópoli existe una élite colonial que, por medio de la poesía heroica, busca puntos de enlace con el pasado nacional español y con el significado de la empresa expansionista. Esta búsqueda implica un deseo de autoafirmación que se satisface por medio de la genealogía, es decir, por un proceso de identificación con unos antepasados heroicos. Al mismo tiempo, las épicas coloniales procuran "dar noticia" –palabras del propio Alonso de Ercilla en La Araucana (1533-1594)– de las tierras americanas de las que España se ha apoderado; asimismo, intentan justificar la conquista de esas tierras de varias maneras. Esto resulta en versos que incorporan la realidad americana al mismo tiempo que, paradójicamente, documentan la inevitabilidad de la conquista. Recuperados en el siglo xix y sometidos a una lectura "monumentalizadora", estos poemas servirían como fundamento de las lenguas y literaturas nacionales; a esto se refiere el crítico Roberto González Echevarría en un ensayo donde comenta la importancia de la épica como género que origina una tradición literaria.[1] No todos los poemas épicos de este momento tienen la misma prioridad, ni tampoco articulan la ideología de la monarquía imperial de manera uniforme. Abundan, por ejemplo, épicas de tema sagrado que, desde América, reinvocan la autoridad de los mitos fundacionales del cristianismo y afirman la urgente necesidad de salvar almas paganas. En combinación con otros que ensalzan las hazañas de la conquista, los discursos religiosos identifican el heroísmo con la mentalidad del guerrero español de una época inmediatamente anterior y con la iglesia militante. Por medio de este conjunto de discursos, los poemas épicos pretenden imponer una cosmovisión occidental en las mismas culturas amerindias a las que muchas veces desacreditan explícitamente.