explica con informacion cientifica porque los alimentos que consumimos deben ser transformados en nutrientes.
Respuestas a la pregunta
Las preguntas ¿Qué es un alimento? ¿Por qué comemos? parecen ser tan obvias, sin embargo, damos respuestas como “alimento es todo lo que comemos” y “comemos para vivir”. La experiencia diaria nos enseña que nuestra existencia depende del suministro de alimentos debido a la continua demanda de energía.
De los alimentos obtenemos los materiales necesarios para el crecimiento, la reparación y la energía. Las células de nuestro cuerpo requieren de los nutrientes y las sustancias reguladoras contenidas en los alimentos, pero en forma soluble en los líquidos de los tejidos. Pero, los alimentos que comemos son sustancias complejas, con frecuencia insolubles. Por tanto, el problema que se le presenta al cuerpo con sus comidas es hacer que los nutrientes y las sustancias reguladoras sean moléculas más pequeñas y solubles para que puedan atravesar las membranas de las células, primero del sistema digestivo. Este proceso recibe el nombre de digestión y es la función que desempeña el sistema digestivo.
Sin embargo, cuando hablamos de nutrición, la digestión es sólo una de las etapas por las cuales pasan los alimentos para brindarnos la energía que contienen y por ende, a las células del cuerpo permitir que se realicen todas las funciones vitales. Así, la nutrición incluye los procesos de digestión, circulación, respiración y excreción.
Los estudiantes indistintamente emplean los términos digestión y nutrición. Los estudios indican que la visión compartimentada de los procesos fisiológicos del cuerpo humano (Yus, 1990), y el desconocimiento de los sistemas implicados (Banet, 1988) son algunas de las causas de esta confusión. Otros autores indican que se deben incluir los errores causados por las presentaciones deformadas o simplificadas de ciertos conceptos reflejando un “error didáctico”, (Pozo, 1996), por lo que el estudio de la nutrición humana precisa de un diseño conceptual y un enfoque didáctico diferentes de los que se viene realizando tradicionalmente (Núñez y Banet, 1996). Y, finalmente, tal como indica Cubero, 1995, que para que haya un aprendizaje verdaderamente significativo debe contar con las concepciones de los alumnos y debe partir de ellas. El conocimiento de las ideas de los alumnos es una necesidad para los profesores.
Este trabajo tiene como objetivo general, adecuar el tema, La transformación de los alimentos”, en un programa de actividades que permita a los alumnos de 16 a 18 años construir los conocimientos acerca de cómo y dónde se dan los procesos de digestión como un requerimiento para la nutrición. Dentro de las actividades se incluyen ejes transversales con el propósito de que los estudiantes establezcan relaciones del tema con otras áreas.
Debido a las repercusiones que tiene en alcanzar los objetivos, planificar y secuenciar una unidad didáctica es una labor difícil y delicada (Sánchez y Valcárcel, 1993), consideramos que esta unidad didáctica podría ser modificada por revisión y aplicación posteriormente.
Edell, M. (1992). El niño, el adolescente y la nutrición. Grupo Editorial Norma S. A., Colombia.
Gólcher, I. (1998). Materiales didácticos para la educación en Derechos Humanos. UNESCO, Panamá.
Pozo, J. (1996). Las ideas del alumnado sobre la ciencia: de dónde vienen, a dónde van... y mientras tanto qué hacemos con ellas. Alambique didáctica de las Ciencias Experimentales. Nº 7, 18-26.
Usabiaga, M. y Del Valle, M. (1982). La historia de la ciencia en el aula. Narcea, S. A. De Ediciones, Madrid.
Yus, R. (1998). Ciencias de la Naturaleza. Edelvives, España.
Banet E. y Núñez, F. (1988). Ideas de los alumnos sobre la digestión: aspectos anatómicos. Enseñanza de las Ciencias, 61, 30-
Carper, J. (1998). Food your Miracle Medicine. Harper Paperbacks, USA.
Cubero, R. (1995). Cómo trabajar con las ideas de los alumnos. DÍADA Editores S, L., Sevilla.