explica como el uso de la biotecnología en alimentos beneficia al agricultor y consumidor
Respuestas a la pregunta
La biotecnología es una disciplina que se desarrolla con enfoques multidisciplinarios, ya que involucra a varias ciencias como la biología, la genética, la agronomía, la química, y la medicina. Sus aplicaciones poseen un carácter multisectorial, con grandes repercusiones en prácticamente todas las industrias, entre ellas la farmacéutica, la agrícola y la alimentaria.
En la producción de alimentos, el impacto de la biotecnología es evidente en procesos como la fabricación de bebidas alcohólicas o del queso, a tal grado que los productores han modificado las técnicas de elaboración tradicional para dar paso a mejoras basadas en innovaciones biotecnológicas.
Dentro de los laboratorios de investigación, los especialistas en biotecnología alimentaria, evalúan la introducción del conocimiento genético de los seres vivos, particularmente de los microorganismos, para obtener ventajas en términos del proceso.
Un ejemplo es la cerveza ligera, aquella a la que se le introdujo una levadura que puede degradar con mayor eficiencia los carbohidratos de la cebada. En este caso, los científicos realizaron un mejoramiento genético intencional que permitió una optimización del proceso. Logros similares prometen ser determinantes para el futuro alimentario.
Para el investigador Agustín López Munguía Canales, la biotecnología alimentaria podría ser una solución tecnológica que ayude a contender con una situación tan compleja como la escasez de comestibles.
Aportes al futuro alimentario
El mundo enfrenta una demanda alimentaria que para el año 2050 requerirá el aumento del 70% de la producción actual de alimentos, considerando que la población llegue a los 9 mil millones de seres humanos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La falta de alimentos viene acompañada de problemáticas difíciles de combatir como la insuficiencia de agua, el cambio climático y las plagas. Aunado a estos factores también está la modificación de los hábitos alimentarios de la población y el impacto brutal que se tiene en el medio ambiente a raíz de la sobreexplotación del campo.
El investigador recordó que la biotecnología busca mejores rendimientos agrícolas a través de plantas resistentes a plagas, es decir, a partir de modificaciones genéticas se le introduce al cultivo una proteína no tóxica que sirva como insecticida, evitando la aplicación de pesticidas y agroquímicos que pueden ser riesgosos para la salud y el suelo.
A la vez que propone cultivos resistentes a herbicidas; en este caso lo que se introduce a la planta es una proteína que elimina la hierba invasora sin necesidad de la intervención humana, lo cual permite que la producción sea mucho más eficiente, además de ayudar a reducir los costos de mano de obra en la producción agrícola.
Las plantas modificadas a través de la biotecnología pueden ser más resistentes a los cambios de temperatura o a la sequía, más nutritivas si les adiciona vitaminas u otros elementos que el organismo requiere, entre otras ventajas alimentarias y productivas, mismas que han sido exitosas en diversos países. En México, un caso particularmente exitoso del uso de esta tecnología fue la contención de la plaga del gusano rosado, en el norte del país.
El doctor López Munguía consideró que esta actividad científica puede convertirse en pilar fundamental para lograr el abasto alimentario requerido por la población. “El problema en México es que nos estamos quedando atrás, pues no existe una política alimentaria que vincule a la ciencia y a la industria, con los agricultores y la legislación, no hay un engranaje que permita ir a la vanguardia o al menos ir a la par de otros países que ya están trabajando la biotecnología.”