existo una crisis en el ámbito rural en México en el periodo comprendido de 1950 a 1980? ¿en qué consistio?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Crisis en el sector rural y migración mexicana.
1. INTRODUCCIÓN.
Existen múltiples factores socioeconómicos que impactan el proceso migratorio y, por tanto, una variedad de planteamientos teóricos y enfoques analíticos que pretenden generar estructuras conceptuales para resaltar los aspectos que explican la lógica de la toma individual de decisiones que inciden de forma directa en el fenómeno de la migración. En esta investigación se utilizó un instrumental de análisis econométrico que proviene de la teoría neoclásica para establecer una relación causal entre el número de migrantes captados por la Encuesta sobre Migración en la Frontera Norte de México (EMIF-Norte) y las diferencias salariales entre México y Estados Unidos, poniendo especial énfasis en el sector rural. Si bien se recurre a esta herramienta, no se desconoce sus limitaciones, pues los mercados rara vez funcionan de forma ideal; además, no considera las causas históricas. Se requiere explicar la migración no sólo por las diferencias de salarios entre dos países sino por la oportunidad de encontrar empleo seguro, la disponibilidad de capital para la inversión, la necesidad de manejar riesgos por periodos largos, por las redes sociales, la familia, etcétera (Castles y Miller, 2004). Resulta interesante explorar esta perspectiva porque las teorías acerca de las migraciones no son excluyentes como muchos piensan sino se complementan, por lo cual consideramos que la diferenciación salarial es un aspecto que no debe quedar al margen. No desconocemos evidencias que contradigan la explicación neoclásica, como el número relativamente reducido de los migrantes internacionales, habida cuenta de las enormes diferencias de ingresos, salarios y niveles de bienestar entre los países. Se dice que éste es, a todas luces, el talón de Aquiles de la teoría neoclásica, pues si las corrientes migratorias entre México y Estados Unidos se atuvieran sólo a sus prescripciones, el número de migrantes debería ser mucho mayor que el registrado en la realidad. Sin embargo, consideramos que las disparidades económicas son condición necesaria para la mayor parte de los flujos migratorios, pero en ningún modo suficiente para que éstos se produzcan. Tampoco es útil para explicar por qué países o entidades tienen tasas de emigración altas y otros, estructuralmente similares, no (Arango, 2003). Los tres supuestos básicos que sustenta este enfoque respecto a los flujos migratorios entre México y Estados Unidos son: La migración es causada por la diferencia salarial existente entre los países y se espera que a largo plazo ejerza presión a la baja sobre los salarios en el país receptor y un alza en los del de origen. Por ejemplo, en México hay abundancia de trabajo, reflejándose en una productividad marginal menor. En condiciones de inmovilidad perfecta de trabajo el salario real en México será de WM y en Estados Unidos de Wus. Con el tiempo se produce la transferencia de trabajadores, por lo cual la productividad marginal del trabajo en México se elevará y la de Estados Unidos descenderá. De acuerdo con la teoría, en condiciones de perfecta movilidad de factores, cosa que no ocurre en el TLCAN, la migración internacional continuaría hasta el punto donde el salario real se iguale en ambos países y ese se alcanzará cuando se igualen sus productividades marginales de trabajo. El mercado de trabajo es el mecanismo por el cual se puede explicar los flujos internacionales de mano de obra; otros tipos de mercado no tienen efectos importantes en la migración internacional. En este trabajo nos proponemos establecer que los salarios son importantes para emigrar y que no se debe desdeñar la perspectiva económica neoclásica tanto desde el análisis macroeconómico (Lewis, 1954 y Harris y Todaro, 1970) como del microeconómico (Sjaastad, 1962 y Borjas, 1989), ya que los flujos internacionales de trabajadores son determinados, en primer término, por los mecanismos del mercado laboral, aun cuando consideremos que esta perspectiva sea insuficiente y tenga profundas limitaciones.
2. CRISIS DEL CAMPO Y MIGRACIÓN.
El sector agropecuario mexicano era ejemplo de vigor e importancia económica en los años sesenta. Sin embargo, desde principios de los cincuenta del siglo XX fue perdiendo su carácter de prioritario de manera paulatina, sus bases se fueron erosionando y el sector hizo crisis a mediados de los setenta. Ésta se volvió permanente, de tal modo que aparecieron nuevos problemas y se agravaron los anteriores, en una dinámica involutiva que parece no tener fin ni remedio. Las políticas instrumentadas producen resultados distintos a los esperados, cuando no contrapuestos, lo cual se puede atribuir a que durante mucho tiempo la política agropecuaria ha respondido a los grandes lineamientos de la política macroeconómica, en la que el sector rural cada vez tiene menos influencia y recibe menos atención (Salcedo, 1999).