Religión, pregunta formulada por Mayitalindo9674, hace 10 meses

Exegesis sbre la creacion y la evolucion

Respuestas a la pregunta

Contestado por kensiltaiz
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Creación del universo"En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1)Esta es la declaración más profunda y significativa que jamás ha sido hecha. Y, sin embargo, podemos comprobar que es una afirmación que ha sido ciertamente puesta en tela de juicio en nuestro tiempo. Creo que este versículo es todo lo que tenemos en lo que se refiere a la creación misma -- con la excepción de la creación del hombre y de los animales, como veremos más adelante en este libro. Pero ésta es la historia de la creación y debo admitir que es, verdaderamente, un relato breve, conciso.En una ocasión el director de un periódico estaba recorriendo, por la noche, las oficinas de sus reporteros, cuando observó que uno de ellos estaba escribiendo un extenso artículo sobre un asunto que el director consideraba como de poca importancia. "¡Acórtelo, resúmalo!" le dijo. "Después de todo, en el libro del Génesis, la historia de la creación fue relatada en 282 palabras." El reportero respondió, "sí, pero siempre he pensado que en el transcurso del tiempo nos habríamos evitado muchas discusiones si alguien hubiese escrito simplemente otras 200."Resulta interesante observar que Dios nos ha entregado, verdaderamente, una edición resumida. Y surge la pregunta. ¿En que habrá estado pensando El cuándo nos transmitió esta sección en particular? ¿Cuál fue aquí el propósito del autor? ¿Habrá sido su objetivo enseñar Geología? Hay mucha controversia y desacuerdo en esta coyuntura específica.En algunos países se ha llegado a incluir el punto de vista Bíblico de la creación en los libros de ciencias, lo cual ha debido satisfacer a algunos. Pero surge la pregunta sobre qué nivel de conocimiento del mensaje cristiano o de conocimientos Bíblicos pueden tener aquellos profesores que impartan la asignatura correspondiente, como para exponer dicho punto de vista en forma debida.Un profesor de Biología comentó en una ocasión y con evidente ironía que la enseñanza de la llamada "teoría de la creación" tiene tan poco sentido como enseñar sobre una teoría de la cigüeña en un curso científico sobre la reproducción. Tal comentario revela una actitud antagónica hacia la Biblia, a la vez que un escaso conocimiento de la misma. Podría replicarse, con la misma ironía, que la Biblia trata con bastante literalismo las cuestiones sobre la reproducción sin citar para nada una teoría sobre la cigüeña, y sí ofrece un relato coherente sobre la historia de la creación.El problema del origen de la vida provoca debates acalorados, teorías extravagantes y grandes desacuerdos. Más que cualquier otro Tema. Surgen las hipótesis humanas y, como resultado, parece elevarse como un murmullo de voces que ha apagado la voz clara de Dios. En la actualidad, hay dos grupos extremos que han creado confusión en este Tema, enturbiando las aguas de la comprensión, debido a sus supuestos y afirmaciones dogmáticas. El primer grupo está formado por científicos arrogantes que asumen que la evolución biológica y filosófica es una verdad indiscutible. Han adoptado el axioma de los " descubrimientos seguros de la ciencia ", y de ello hablaremos en unos momentos. El segundo grupo se compone de teólogos, también arrogantes, que presumen de haber descubierto y conocer cómo ha actuado Dios. Ellos escriben y hablan sobre alguna teoría ingeniosa que reconcilia la ciencia y la Biblia y miran con desdén a los grandes expositores Bíblicos del pasado.Yo diría que ambos grupos harían bien en meditar en aquella declaración del Señor, cuando se le apareció al patriarca Job. Se encuentra en el libro de Job,(Job 38:4) "¿Dónde estabas tú cuando yo echaba los cimientos de la tierra? Dímelo, si tienes inteligencia."En otras palabras, Dios le está diciendo al hombre: "tú hablas del origen del universo, pero no sabes dónde te encontrabas cuando yo colocaba los fundamentos de la tierra."Existen muchas teorías sobre cómo se originó el mundo, pero todas ellas pueden reducirse y adaptarse a una clasificación en dos categorías: una es la creación y la otra la especulación. Todas las teorías pueden, pues, incluirse en una de estas dos clases.
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