Evidencias a favor y en contra de la generación espontánea
Respuestas a la pregunta
La generación espontánea es una hipótesis obsoleta del origen de la vida que sostenía que ciertas formas de vida (animal y vegetal) surgían de manera espontánea a partir de materia orgánica, inorgánica o de una combinación de estas.1 Nunca se obtuvo por método científico, pero se llegó a esa conclusión por evidencia visual.
Se trató de una creencia profundamente arraigada desde la Antigüedad, ya que fue descrita por Aristóteles, luego sustentada y admitida por pensadores de los siglos XVII y XVIII como René Descartes, Francis Bacon o Isaac Newton. El naturalista belga, Jan Baptiste van Helmont, en 1667, escribía en su obra Ortus Medicinae:2
Las criaturas como los piojos, las garrapatas, las pulgas y los gusanos son nuestros miserables huéspedes y vecinos, pero nacen de nuestras entrañas y excrementos. Porque si colocamos ropa interior llena de sudor con trigo en un recipiente de boca ancha, al cabo de veintiún días el olor cambia, y el fermento, surgiendo de la ropa interior y penetrando a través de las cáscaras de trigo, cambia el trigo en ratones. Pero lo que es más notable aún es que se forman ratones de ambos sexos y que éstos se pueden cruzar con ratones que hayan nacido de manera normal... pero lo que es verdaderamente increíble es que los ratones que han surgido del trigo y la ropa íntima sudada no son pequeñitos, ni deformes ni defectuosos, sino que son adultos perfectos...
Jan Baptiste van Helmont
La generación espontánea se sustentaba en la observación de procesos naturales como, por ejemplo, la putrefacción. Es así como se explicaba que, a partir de un trozo de carne descompuesta, apareciesen larvas de mosca, gusanos del fango, organismos de los lugares húmedos, como sapos y ranas e incluso ratones. Generalmente, se aplicaba a insectos, gusanos o seres pequeños.
Explicación: