Evidencia o tarea
Pegar una lectura sobre la actividad física o higiene Personal,
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Respuesta:
Cada día son más los que dedican una pequeña parte de su tiempo a la práctica de algún deporte. Estamos tomando conciencia de que necesitamos cuidar de nuestro cuerpo, de que el movimiento lo mantiene en forma. Pero ¿y después? ¿Sabemos cómo cuidar nuestra piel? ¿Utilizamos jabones demasiado agresivos o lociones hidratantes adecuadas? En el presente artículo se apuntan algunos consejos para cuidar del cuerpo de modo que la práctica deportiva sólo revierta en beneficios para nuestra salud. Se perfilan, asimismo, las pautas de higiene adecuadas para evitar o minimizar cualquier consecuencia indeseable.
CONSIDERACIONES GENERALES
Está claro que la práctica frecuente de una actividad física moderada y adaptada a las necesidades y posibilidades de cada uno es saludable y conveniente. ¿Cuáles son las ventajas? Un buen tono muscular (fuerza, resistencia y equilibrio), mejora de las defensas generales de nuestro organismo y mantenimiento o mejora del funcionamiento de los órganos vitales de nuestro cuerpo.
En general, el ejercicio también conlleva cansancio y sudor. Cuando se acaba el recorrido en bicicleta o la hora de gimnasia es una necesidad «urgente» darse una buena ducha y proceder al posterior aseo personal.
La higiene después del ejercicio es importante e ineludible en deportes que conllevan sudoración, por razones estéticas y de salud. Las primeras son evidentes: el sudor se asocia a un olor nada agradable y socialmente rechazado. Las segundas no las tenemos tan presentes pero son más importantes: evitar desequilibrios en el manto hidrolipídico de nuestra piel, el debilitamiento del cabello, la aparición de micosis cutáneas, etc. Estas son algunas de las principales causas que pueden acarrear problemas de salud a la larga, si la higiene posterior a la práctica deportiva no es la adecuada.