Religión, pregunta formulada por Usuario anónimo, hace 16 horas

esús ofrece el perdón de los pecados a hombres y a mujeres (cf. Mt 9,1-8; Lc 7,36-50). Y lo hace de manera gratuita, sin exigirles una penitencia previa. Ante el escándalo de los judíos, que estaban convencidos de que esa autoridad sólo la tenía Dios, Jesús explica que el Dios verdadero es amor y perdón (cf. Lc 15). Y, además, afirma que ese Dios perdona a través de él. ¿Con qué derecho identifica su obrar con el de Dios?
Pero la oferta del perdón es sólo parte de una pretensión más inaudita: la suerte final de los hombres depende de la postura que adopten ante él (cf. Lc 12,8; Mc 8,35). Y esto es así porque está convencido de que, en su actuación y mensaje, Dios libera y salva definitivamente al hombre. ¿Cómo se puede colocar en un lugar tan decisivo entre Dios y la humanidad?
Hijo de Dios
Ya hemos visto que Jesús se dirigió a Dios con la misma confianza y familiaridad con que un niño judío se dirigía a su padre. Ningún judío se había atrevido nunca a llamar a Dios «Abba». Pero con este nombre, Jesús no sólo manifiesta una confianza inusitada en Dios, sino también la conciencia de estar en una relación única con él, distinta de la que pueden tener otros hombres:

«Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt 11,27). Y esta conciencia la mantendrá hasta el final, jugándose la vida por ella (cf. Lc 22,69-71).
Sí, Jesús se proclamó Hijo de Dios y explicó la afirmación diciendo: «El Padre y yo somos una misma cosa» (Jn 10,30). Ante esta pretensión, que explica todas las demás, caben cuatro reacciones, que son otras tantas respuestas a la pregunta que hemos formulado al principio:
Se trata de un loco. Algunos contemporáneos, incluso familiares, lo llegaron a pensar así. Pero esta explicación no satisface: Jesús aparece como un hombre muy equilibrado. Y así lo ven incluso sus enemigos, a quienes les parece más peligroso que un loco.
Es un embaucador ambicioso. Tampoco esta interpretación casa: nunca quiso aparecer como un milagrero y siempre rehuyó la tentación política. Además, el hecho de que diera su vida por mantener su pretensión da autenticidad a sus palabras.
Fue una persona bienintencionada, pero que se equivocó. Quizás pensaron esto sus discípulos después de su muerte. Pero los acontecimientos inmediatos desmontaron también esta hipótesis.
Jesús es el Hijo de Dios vivo. Esta fue la gran confesión de Pedro hacia la mitad de la vida pública (cf. Mt 16,16). Posteriormente creyó haberse equivocado. Pero, al tercer día después de la muerte de Jesús, tuvo que reconocer, junto con los demás apóstoles, que, en Jesús, se había encontrado con Dios mismo. Y esto es lo que predicaron por todo el mundo hasta dar la vida por ello. Lo que pasa es que, para dar esta respuesta, hace falta algo más que nuestra inteligencia y nuestro conocimiento de la historia: «Bienaventurado tú… porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo» (Mt 16,17). «Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae» (Jn 6,44).


Usuario anónimo: Es muy larga ;v

Respuestas a la pregunta

Contestado por reyesmerylian25
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Respuesta:

Doy corona a cambio que ayuden a mas personas gracias

Explicación:


Usuario anónimo: si!!
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