Estrategias para lograr la independencia del peru
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En 1814 cuando San Martín ocupó el cargo de general en jefe del Ejército del Norte, advirtió que los intentos de terminar con la resistencia realista en el Perú por el Norte llevarían a una guerra de desgaste. Entonces elaboró un plan para atacar y libertar Lima, corazón del poderío español en Sudamérica.
En 1814 cuando San Martín ocupó el cargo de general en jefe del Ejército del Norte, advirtió que los intentos de terminar con la resistencia realista en el Perú por el Norte llevarían a una guerra de desgaste, lo cual diezmaría los pocos recursos económicos y humanos con los que contaba la Revolución. Entonces elaboró un plan para atacar y libertar Lima, corazón del poderío español en Sudamérica, que consistía en cruzar la cordillera de los Andes primero, para reforzar la revolución chilena y unir los recursos materiales y humanos del Río de la Plata y Chile, y luego navegar por el océano Pacífico en dirección al virreinato del Perú y acabar con la resistencia española en el sur del continente. Para ejecutar su plan, solicitó el cargo de Gobernador Intendente de Cuyo, jurisdicción que comprendía las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. El 9 de septiembre de 1814, San Martín llegaba a la ciudad de Mendoza con un objetivo muy claro: armar un ejército profesional bien pertrechado que le permitiera derrotar a los realistas y lograr definitivamente la independencia americana.
“La patria no hará camino, por este lado del norte que no sea una guerra defensiva y nada más. Pensar en otra cosa, es empeñarse en echar al pozo de Ayrón, hombres y dinero. Ya le he dicho a Ud. mi secreto: Un ejército pequeño y bien disciplinado en Mendoza, para pasar a Chile y acabar allí con los Godos, apoyando un gobierno de amigos, sólido, para concluir también con la anarquía que reina. Aliando las fuerzas pasaremos por el mar a tomar Lima. Ese es el camino y no éste. Convénzase, hasta que no estemos en Lima la guerra no se acabará” (Carta de San Martín a Rodríguez Peña, del 22 de abril de 1814).
El 5 de enero de 1817 se realizó en Mendoza una gran ceremonia a la que acudió toda la población mendocina. Las calles estaban adornadas con arcos florales y colgaduras de colores, así como también los balcones y fachadas de los edificios de la plaza principal. Poco antes de las diez de la mañana, las bandas militares anunciaban la llegada de las tropas que venían desde el Campamento de El Plumerillo. El ejército penetró en la ciudad por la calle de la “Cañada”, actual Coronel Díaz. A la cabeza marchaba el general Soler y la Virgen del Carmen, elegida patrona y generala del Ejército de los Andes. Detrás de la imagen llevada en andas, desfilaban San Martín, el nuevo gobernador de Cuyo, Toribio Luzuriaga, los miembros del Cabildo, autoridades eclesiásticas y vecinos. Durante la ceremonia, se escuchaba la música de las bandas militares y las campanas de todas las iglesias. Cuando las tropas llegaron al altar levantado en la plaza, el canónigo Dr. José Lorenzo Guiraldes realizó una misa en la que bendijo el bastón de mando y la bandera bordada por las damas. El general en jefe entregó el bastón a la Virgen del Carmen y enarboló la bandera de los Andes. Luego, una salva de 21 cañonazos saludó a la gloriosa insignia. Después, San Martín se dirigió a sus soldados y con voz firme anunció: “Soldados: ésta es la primera bandera independiente que se bendice en América”. Y los soldados respondieron: “¡Viva la Patria!”. Y San Martín replicó: “Soldados: ¿Juráis sostenerla muriendo en su defensa como yo lo juro?”. Y en un grito unánime respondieron: “¡Lo juramos!”. Luego siguieron otros 25 cañonazos.