Ciencias Sociales, pregunta formulada por carlomosquera8, hace 2 meses

estrategia dirigido al adversario con dos ejemplo ES PARA MAÑANA PORFA ​

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Contestado por changuanpamela
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Respuesta:

En una época caracterizada por las políticas de defensa, en la que muchas pequeñas empresas ni siquiera son capaces de discernir cuáles son sus verdaderos competidores, es importante recordar la posibilidad de establecer estrategias de ataque. Y es que, tal y como suelen decir los aficionados al fútbol: en ocasiones, no hay mejor defensa que un buen ataque.

Ahora bien, para poder organizarlo debemos definir con claridad cuál es nuestro objetivo estratégico, así como hacia dónde se dirigirá nuestro ataque: es decir, poner el foco sobre nuestra competencia. Para este punto es vital sabernos ubicar en el mercado.

¿Atacamos al líder de mercado?

Para un pequeño empresario, la competencia que primero aparece ante sus ojos puede ser una gran marca, ya que pueden aspirar a ser líderes de mercado allá donde se establecen. Las que lo han logrado han tenido que copar el liderazgo de otros factores: calidad, innovación, distribución, atención al cliente, etc. Por tanto ¿podemos atacarles con éxito?

En ocasiones no podemos optar a desbancar al líder, pero podemos tratar de robarle cuota. Es más, puestos a robar cuota es posible que veamos que es más factible y sencillo, comenzar a robársela a otras empresas que también lo están intentando.

Comenzar una guerra contra una gran empresa líder, que puede tener carácter internacional, es una guerra compleja y cara. Algunos optan por imitarlas, otros por aliarse con ellas siguiendo una estrategia de pez remoral, otras por aprovechar sus puntos débiles y otros por diferenciarse, adaptándose mejor a los consumidores locales o copando segmentos de mercado que no son cubiertos de forma adecuada.

Desde fuera nadie puede valorar si la decisión es buena o mala, de hecho muchos de los que las han decidido tampoco lo saben, pero si nos equivocamos determinando dónde está el «enemigo» o cuál es nuestro objetivo, el fracaso será más que probable. Tenemos que ser conscientes de nuestra posición actual tanto como de nuestro entorno.

Hay muchas otras empresas de nuestro tamaño que también están comiendo pequeñas partes del pastel, acompañándonos en las sombras. Por tanto, no hablamos de plantear una lucha contra el gigante, sino de saber cómo crecer rentablemente alimentándonos del mercado mal atendido, descubriendo cómo lograrlo y quienes son nuestras mayores amenazas en este cometido. Quizás seamos nosotros mismos.

Explicación:

CORONITA PLIS

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