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A partir de los seis años, las nenas dejan de asociar la genialidad con su género. Esa es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista Science de esta semana. Realizada por psicólogos de las universidades de Illinois en Urbana-Champaign y de Nueva York, la investigación sugiere que los estereotipos de género sobre las habilidades intelectuales aparecen a muy temprana edad y tienen un efecto inmediato sobre los intereses de los más chicos.
¿Puede ser por la escuela? Al fin y al cabo, primer grado es el comienzo de la vida académica y los primeros pasos que dan ahí chicos y chicas empiezan a trazar el camino que seguirán luego. Para Andrei Cimpian, uno de los investigadores que realizó este trabajo, quizás haya algo de eso y buscarán ahora estudiar el rol que ejercen los docentes en sus clases.
Por lo pronto, tienen un dato preciso y es que la autopercepción de las mujeres como brillantes comienza a disminuir a muy temprana edad. Para realizar esta investigación, los psicólogos partían de una realidad conocida: las aspiraciones profesionales de los jóvenes están basadas en estereotipos sociales de género. Es muy común asociar ingeniería con los hombres. Entonces, se preguntaron cómo aparecían en los niños estos preconceptos que determinarían luego sus elecciones.
Analizaron así el comportamiento de unos 400 niños y niñas. “A los seis años, las chicas eran menos propensas que los chicos a creer que los miembros de su género son ‘muy, muy inteligentes’”, dicen los autores del estudio. “También a esa edad, las chicas empezaban a alejarse de las actividades que, se les decía, eran para chicos muy, muy inteligentes”, agregan en el texto publicado en Science.
Estos estereotipos que asocian al hombre, pero no a la mujer, con lo brillante y lo genial, tiene sus consecuencias: a la hora de elegir una carrera, ellas evaden los campos que parecen requerir mayor nivel de inteligencia, como matemática y física. Por ese motivo, hay menor participación de las mujeres en esas licenciaturas y doctorados.
“Si los chicos y las chicas absorben y actúan en base a estas ideas, entonces es probable que muchas mujeres capaces ya se hayan alejado de ciertos campos cuando les toque llegar a la universidad”, razonan los investigadores.
¿Brillante = hombre?
Para llevar adelante este trabajo, fueron realizados cuatro estudios distintos en los que participaron niños y niñas de entre 5 y 7 años. En el primero, se les contaba una historia sobre alguien “muy, muy inteligente”, sin darles pistas sobre el género de esa persona. Cuando se les preguntaba si el protagonista de la historia era hombre y mujer, la respuesta cambiaba según la edad. Los y las de cinco años tendían a referirse a su propio género.
Sin embargo, a partir de los seis años, había diferencia. Mientras las niñas eran más propensas a creer que la persona “muy inteligente” era hombre, en el caso de los niños la percepción no cambiaba.
En un tercer estudio, analizaron si esta creencia moldeaba los intereses en la infancia. Les dieron juegos. Las niñas se mostraban menos interesadas que los niños en los juguetes que, les dijeron, eran para personas inteligentes. Pero ¿por qué? Esa pregunta continúa intrigando a estos psicólogos.
Modestia aparte.
¿Son las mujeres más modestas? Los psicólogos lo tuvieron en cuenta: las nenas están sometidas a normas de modestia que los nenes no tienen que soportar. Sin embargo, desecharon esta idea. Las normas, consideraron, “dictan que una mujer no tiene que alardear de su inteligencia”, pero a estas chicas les preguntaban por la genialidad de otros.
Cimpian también recordó que, a lo largo del estudio, notaron que las nenas eran conscientes de que las mujeres también conseguían buenas notas en el colegio, por lo que no dudaban de su inteligencia. Simplemente, eran menos propensas a identificar la genialidad con el género.
Con más preguntas que respuestas, los investigadores apuntan ahora a identificar el origen de esta proyección de los estereotipos sociales. ¿Es la familia? ¿Son los medios de comunicación? Todo puede influir en una nena de seis años. Incluso los docentes.
Además, buscarán la manera de cambiar ese comportamiento y convencer a las pequeñas de que la inteligencia también está presente en las mujeres, para que crezcan con esa idea, en lugar del estereotipo que ahora les es transmitido.
26 ENERO, 2017/
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