Establecer la diferencia entre lo establecido por Aristóteles y Platón en la filosofía de la educación partiendo de sus diferentes escuelas filosóficas.
Respuestas a la pregunta
Te dejo las respuestas la cual tuve en un práctico que me preguntaba lo mismo, espero que te sirva.
1 En el cuadro de Rafael La escuela de Atenas, Platón señala hacia arriba. Con el dedo apunta al lugar donde, en su opinión, reside el mundo verdadero, el de las ideas. Para Aristóteles, el mundo verdadero es el sensible, y la esencia de las cosas no reside en un mundo separado, sino en ellas mismas, en su materia y su forma. Por ello, en el mismo cuadro, él señala hacia abajo.
2 Respecto a la concepción divina, Platón habla de un principio ordenador o demiurgo. Aristóteles, de un motor inmóvil, principio de todo movimiento sin estar sometido a movimiento alguno.
3 También su estilo de escritura se diferencia mucho. Platón, con una hermosa forma y a través de Diálogos, va abordando los distintos problemas del ser. Para llegar a ese punto, Aristóteles ha hecho inventario de todo ser viviente en sus tratados y así, con afán sistemático, abordará los diversos campos del saber universal.
4 Para Platón, el alma es inmortal. Y la unión del alma y el cuerpo es antinatural, una lucha constante entre sus diversas partes. Aristóteles defiende una unión natural y esencial del cuerpo y el alma, de la forma y la materia que conforman el ser humano.
5 Al hablar de justicia, ambos acercan bastante sus posturas. Platón afirma de ella que es el resultado de que cada una de las partes del alma realice su función tal y como le corresponde. Aristóteles también ve en ella una virtud general, una virtud de virtudes: la justicia, que posee el hombre que alberga en sí mismo todas las demás.
6 De los regímenes políticos, Platón afirma que el más perfecto es la aristocracia, el gobierno de los mejores. La tiranía y la democracia se encontrarían entre los más imperfectos. Aristóteles distingue tres: monarquía, aristocracia y democracia, según el número de gobernantes –uno, varios o la mayoría–. Y defiende que todos ellos pueden ser buenos cuando el poder se ejerce de forma justa.