Especies madera de producción nacional
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La madera procedente de los bosques naturales es cada vez más escasa, debido a las preocupaciones de carácter ambiental, social y de conservación. Las plantaciones forestales suponen solamente el 5 por ciento de la superficie forestal total pero proporcionan el 35 por ciento del suministro mundial de madera (FAO, 2002). La competencia de otros usos de la tierra limita la expansión de las plantaciones industriales. Sin embargo la demanda local, regional e internacional de madera y otros productos forestales es cada vez mayor. Para responder a esa situación, muchos sistemas agroforestales en pequeña escala han comenzado a orientarse hacia el mercado.
Desde hace tiempo se reconoce que la existencia de árboles en las explotaciones agrícolas es beneficiosa porque protegen, y en muchos casos aumentan, la fertilidad del suelo, contribuyen a la conservación del suelo y el agua y proporcionan forraje, leña y material de construcción a los hogares rurales. Ayudan también a mejorar el paisaje y mantener la biodiversidad, al diversificar la cubierta vegetal y proporcionar un hábitat a otras especies vegetales y animales. Además, en los trópicos, la producción comercial de madera en las explotaciones agrícolas, tanto de árboles dispersos como de bosques de dimensiones reducidas, puede ser un elemento importante en la economía agrícola (Dewees y Saxena, 1997).
La posibilidad de que los pequeños productores de madera puedan proporcionar materia prima, ya sea mediante un sistema contractual (asociaciones entre empresas y pequeños productores) o en competencia en el mercado libre ofrece buenas perspectivas, pero se habrán de superar obstáculos importantes para que las explotaciones agrícolas puedan producir madera en la cantidad y de la calidad que demanda el mercado y para que esa actividad permita aumentar los ingresos de las familias rurales.
En este artículo se examina el potencial de la producción de madera en las explotaciones agrarias –en situación de competencia en el mercado libre–, en la que los agricultores producen madera como un componente (segregado o integrado) de su empresa agrícola y buscan un mercado para su producción. El artículo no aborda los arreglos contractuales entre empresas y pequeños productores –por ejemplo, los sistemas de producción por contrata (esta modalidad se analiza de forma detallada en FAO y CIFOR, 2003)–, sino que se centra en la producción de madera para la construcción y la fabricación de muebles a escala local y regional. Se basa en la experiencia de las regiones de África oriental y Asia sudoriental, en las que este sistema de suministro a las industrias locales está cada vez más extendido.