escribo 9 aspectos más importantes de la lectura “de los ideogramas al alfabeto”
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La escritura surgió en diversos lugares y épocas y con formas diversas (signos cuneiformes
mesopotámicos, jeroglíficos egipcios, ideogramas chinos, glifos aztecas y mayas, entre otros).
El alfabeto, por lo tanto, es una de las muchas formas posibles de escritura. Algunos sistemas
se mantienen hasta el día de hoy como escrituras ideográficas.
El alfabeto que conocemos y utilizamos en la actualidad para escribir la mayoría de las lenguas
europeas parece tener un origen único. Según los datos históricos y arqueológicos, surgió en
una región de habla semítica, donde se asientan los actuales Siria, Palestina, Líbano, Jordania
e Israel.
Esta historia comienza hace aproximadamente 3500 años. En ese momento existían dos
sistemas predominantes de escritura: el sumerio-acadio, que era utilizado por los pueblos
que habitaban la zona que iba desde Mesopotamia hasta el mar Mediterráneo; y el egipcio,
con las escrituras jeroglífica y la hierática, en Egipto.
El sistema sumerio-acadio utilizaba los mismos signos cuneiformes del sumerio original, pero
no para representar ideas (ideogramas), sino para representar sílabas. Esto ya fue un cambio
sustancial en el concepto acerca de la escritura, que la acercaba más a representar los sonidos
de la lengua en vez de las ideas. Alrededor del 1500 a. C., en la zona de Siria, llamada entonces
Ugarit, se creó el primer alfabeto de la historia, en el que cada signo representaba un sonido.
Este alfabeto tenía una característica muy especial: utilizaba los signos cuneiformes para
representar únicamente las 28 consonantes de la lengua ugarítica; es decir, no había signos
para ninguna de sus ocho vocales.
Se cree que para formar este alfabeto se tomó como base los dibujos que representaban
ciertos objetos y el primer sonido de las palabras que los designaban. Por ejemplo, el
pictograma que representaba la palabra “buey” era una cabeza de dicho animal. En lengua
semítica “buey” se decía alef . Entonces, para escribir el sonido /a/ se utilizó el signo del buey.
Con las sucesivas transformaciones de los signos gráficos y su adaptación a las lenguas griega
y romana, en el transcurso de varios siglos, el dibujo original del buey se convirtió en lo que
hoy conocemos como la letra A. De esta manera se formaron la mayoría de las otras letras
que forman parte de nuestro alfabeto actual.
Aquí la pregunta clave es: ¿Cómo llegó este alfabeto hasta los griegos y romanos para
desarrollar el alfabeto latino actual?
Hacia el año 1200 a. C., la costa oriental del mar Mediterráneo (actuales Siria, Israel, Palestina
y Líbano) estaba habitada por los fenicios, un pueblo de navegantes y comerciantes. Ya que
disponían de gran cantidad de madera gracias a los bosques de cedro del Líbano y por la
necesidad de transporte a largas distancias para sus actividades comerciales, desarrollaron la
construcción de barcos y las técnicas de navegación. La invención del alfabeto fue clave para
desarrollar las labores comerciales y administrativas de los fenicios, ya que daba una gran
claridad y consistencia a los mensajes escritos, a diferencia de la escritura ideográfica
anterior.
Su área de influencia cubría prácticamente toda el área del Mediterráneo hasta el océano
Atlántico, y desde allí llegaron hasta sitios tan lejanos como Inglaterra por el norte y Senegal
por el sur. Para facilitar su extensa y abundante actividad comercial establecieron puertos y
colonias en las costas, sobre todo del norte de África. Por esta razón entraron en contacto
con diversos grupos humanos, entre ellos los griegos.
Fue alrededor del año 1000 a. C. cuando, gracias a estos intercambios, los griegos adoptaron
el alfabeto fenicio y lo modificaron para hacerlo más eficiente y preciso para escribir su
lengua, que tenía características distintas al fenicio. Para ello, añadieron algunas nuevas letras
y modificaron o desecharon otras ya existentes en el fenicio. El cambio más importante fue
la transformación de cinco consonantes que no podían utilizar porque el griego no tenía esos
sonidos, para representar las vocales a, e, i, o, u, y que eran muy importantes en esta lengua.
Hacia el 403 a. C. se establecieron las 24 letras de lo que hoy se conoce como el alfabeto
griego clásico. Este alfabeto era muy eficiente y económico ya que usaba pocos signos
gráficos para expresar un número infinito de palabras. La mayoría de los alfabetos antiguos y
modernos tienen entre 20 y 35 letras, a diferencia de los ideográficos, que pueden tener
varios cientos de signos.
Explicación:
coronita