Escribir prefijos y sufijos del cuento El robot Deberix Plus xafvor
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
EL ROBOT DEBERIXPLUS
A Sergio no le gustaba nada tener que preocuparse por
los deberes del colegio. Así que un día tuvo una idea:
construir un robot que los hiciera por él. Tras mucho
trabajar, Sergio consiguió elaborar su prototipo,
adaptando un viejo robot camarero a un robot
hace-deberes. La tarea le llevó toda la tarde. Cuando
acabó, se sintió muy orgulloso de su trabajo, se
autofelicitó y se imaginó dando autógrafos y todo.
—Te llamaré DeberixPlus —dijo Sergio.
—Me gusta —respondió el robot.
A Sergio no le costó mucho adaptar a DeberixPlus a su
nueva función. Como camarero, el robot ya tenía
habilidades para escribir. En la cabeza le colocó una
macrobombilla que se iluminaba cada vez que el robot
solucionaba un problema o tenía una idea.
—Lo mejor son tus patines, montón de latón —le dijo
Sergio al robot—. Con ellos podrás ir súper-rápido a
buscar las cosas que necesites para hacer las tareas,
serás un robot polifuncional. —¿Qué tarea tenemos para hoy? —preguntó DeberixPlus.
—¡Es cierto! ¡Los deberes! —exclamó Sergio—. Toma,
aquí tienes. Hazlo mientras me doy una ducha y ceno un poco. Con tanto trabajo he olvidado merendar y estoy hambriento.
Al día siguiente, Sergio fue al cole con sus deberes
hechos por DeberixPlus. Pero cuando la maestra los
corrigió, vio que había muchas fallas y que estaba todo
muy mal escrito. Esto disgustó mucho a la profesora y le
mandó a repetirlo.
Cuando Sergio regresó a casa, regañó severamente a
DeberixPlus.
—Hiciste mal la tarea, zoquete —dijo Sergio—. Más te
vale estar ultraconcentrado esta tarde.
Pero al día siguiente, la tarea volvía a estar mal, con
muchos errores y con muy mala presentación. La maestra, pensando que Sergio estaba tomándole el pelo, le dijo que tenía que repetir todo y que, si no lo hacía bien, tendría que ir al colegio a hacer los deberes por las tardes.
Cuando Sergio llegó a casa, llamó a DeberixPlus y, muy
enfadado, le dijo:
—A ver, montón de chatarra, ¿se puede saber qué pasa
con mis deberes?
DeberixPlus no entendía por qué Sergio estaba así.
—¿No dices nada? —preguntó Sergio—. Haz bien mis
deberes o te llevaré al desguace.
DeberixPlus hizo los deberes todo lo bien que pudo, pero al día siguiente, cuando Sergio abrió el cuaderno, vio que aquello estaba aún peor que las últimas veces. Así que tuvo que quedarse por la tarde a hacer los deberes del día y a repetir todo lo que estaba mal los días anteriores.
Ya en casa, Sergio llamó a DeberixPlus. —Los deberes que me hiciste ayer son un desastre —dijo el
muchacho—. ¿Es que no sabes nada?
—No mucho, la verdad —respondió DeberixPlus—, pero aprendo rápido.
Sergio se dio cuenta de que el que no había hecho un buen trabajo era él.
—Lo siento, DeberixPuls. Te he regañado demasiado sin darme cuenta de que debía haber comprobado lo que sabes. No pasa nada. Te convertiré en mi compañero de estudios para que aprendas. Seguro que enseñándote a ti será mucho más divertido hacer los deberes.