escribe una oración por la sacrificación de Jesús en la cruz para salvar al mundo de los pecados
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tema 10. La Pasión y Muerte en la Cruz
Jesús murió por nuestros pecados (cfr. Rm 4,25) para librarnos de ellos y rescatarnos para la vida divina.
Explicación:
3. La Cruz en su realización histórica
Jesús conoció desde el principio, y en modo adecuado al progreso de su misión y de su conciencia humana, que el rumbo de su vida lo conducía a la Cruz. Y lo aceptó plenamente: vino a cumplir la voluntad del Padre hasta los últimos detalles (cfr. Jn 19,28-30), y ese cumplimiento le llevó a «dar su vida en rescate por muchos» (Mc 10,45).
En la realización de la tarea que el Padre le había encomendado, encontró la oposición de las autoridades religiosas de Israel, que consideraban a Jesús un impostor. De modo que «algunos jefes de Israel acusaron a Jesús de actuar contra la Ley, contra el Templo de Jerusalén y, particularmente, contra la fe en el Dios único, porque se proclamaba Hijo de Dios. Por ello lo entregaron a Pilato para que lo condenase a muerte» (Compendio, 113).
Los que condenaron a Jesús pecaron al rechazar la Verdad que es Cristo. En realidad, todo pecado es un rechazo de Jesús y de la verdad que Él nos trajo de parte de Dios. En este sentido todo pecado encuentra lugar en la Pasión de Jesús. «La pasión y muerte de Jesús no pueden ser imputadas indistintamente al conjunto de los judíos que vivían entonces, ni a los restantes judíos venidos después. Todo pecador, o sea todo hombre, es realmente causa e instrumento de los sufrimientos del Redentor; y aún más gravemente son culpables aquellos que más frecuentemente caen en pecado y se deleitan en los vicios, sobre todo si son cristianos» (Compendio, 117).
4. Sacrificio y Redención
Jesús murió por nuestros pecados (cfr. Rm 4,25) para librarnos de ellos y rescatarnos de la esclavitud que el pecado introduce en la vida humana. La Sagrada Escritura dice que la pasión y muerte de Cristo son: a) sacrificio de alianza b) sacrificio de expiación, c) sacrificio de propiciación y de reparación por los pecados, d) acto de redención y liberación de los hombres.
a) Jesús, ofreciendo su vida a Dios en la Cruz, instituyó la Nueva Alianza, es decir, la nueva forma de unión de Dios con los hombres que había sido profetizada por Isaías (cfr. Is 42,6), Jeremías (cfr. Jr 31, 31-33) y Ezequiel (cfr. Ez 37,26). El nuevo Pacto es la alianza sellada en el cuerpo de Cristo entregado y en su sangre derramada por nosotros (cfr. Mt 26,27-28).
b) El sacrificio de Cristo en la Cruz tiene un valor de expiación, es decir, de limpieza y purificación del pecado (cfr. Rm 3,25; Hb 1,3; 1Jn 2,2; 4,10).
c) La Cruz es sacrificio de propiciación y de reparación por el pecado (cfr. Rm 3,25; Hb 1,3; 1Jn 2,2; 4,10). Cristo manifestó al Padre el amor y la obediencia que los hombres le habíamos negado con nuestros pecados. Su entrega hizo justicia y satisfizo al amor paterno de Dios que habíamos rechazado desde el origen de la historia.
d) La Cruz de Cristo es acto de redención y de liberación del hombre. Jesús pagó nuestra libertad con el precio de su sangre, es decir, de sus sufrimientos y su muerte (cfr. 1Pt 1,18). Mereció con su entrega nuestra salvación para incorporarnos al reino de los cielos: «Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados» (Col 1,13-14).
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