Escribe una metáfora de la palabra cuerpo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Desde la antigüedad solemos referirnos a las partes del cuerpo humano de forma metafórica. El sistema cristiano de metáforas corporales se basa, en cambio, en el par «cabeza/corazón», y su fuerza nace de la concepción de que la Iglesia es un cuerpo cuya cabeza es Cristo.
Explicación:
Respuesta:
Este trabajo aborda las concepciones del cuerpo entre los wixaritari o huicholes y su relación con los espacios sociales, sacros y cosmogónicos. Para saber de qué manera los wixaritari establecen sus categorías corpóreas es necesario interrogar los términos lingüísticos que descansan en la forma en que expresan determinada idea mediante metáforas. De esta manera, se vuelve más clara la mecánica que permite el diálogo entre diferentes niveles taxonómicos, como los espacio-temporales expresados en la cosmogonía o el territorio en relación con el cuerpo, etcétera. Estas relaciones ayudan, además, a pensar el universo en un metadiscurso que, a su vez, da forma y sentido a la noción de cuerpo y espacio sacro. Al final a lo que llega este artículo es a develar ciertas relaciones que generan procesos dinámicos en la concepción de los wixaritari. Se verá, pues, que geografía sacra, espacio ceremonial, flujos corpóreos y territorialidad se encuentran en el camino para tejer, poco a poco, la cosmogonía de este pueblo que al final es la misma sociedad.
Explicación:
Las perlas de tu boca brillan con luz propia (perlas = dientes) Quiero eliminar el agua de tus ojos (para referirse a las lágrimas o a la tristeza) Estoy loco/a por él/ella (loco = enamorado) Mi perro está en el cielo (como sinónimo de que ha muerto ejemplos El estudio sistemático de las metáforas populares que se
emplean en la lengua usual para designar objetos, ha encontrado, comúnmente, poca atención en las investigaciones semánticas.
En algunos aspectos, ha sido la onomasiología la que ha
contribuido a esclarecer el uso de determinadas imágenes, ayudando a explicar el origen de la denominación y destituyendo
a la metáfora su contenido conceptual primitivo. Son notables
las monografías de Lázaro Sainéan, La créaúon méíaphoriquc
en franjáis et en román (1905, 1907) que marcaron nuevos
rumbos en este dominio, y en las cuales, por primera vez, se estudian, exclusivamente, las metáforas populares1
como medio
de la denominación; luego, del mismo autor, Le langage parisién au xixe ñecle (París, 1920); y sobre todo, Les sources
indigénes de l'étymologie francaise (París, 1925-1930)
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La onomasiología, muy poco cultivada por la filología española, no merece, en verdad, el desprecio con que se le ha tratado
hasta ahora; pues su estudio, llevado al terreno filosófico, puede
constituirse en valioso auxiliar de la ciencia de los conceptos
y, contribuir a precisar la definición y validez de éstos.
Adolfo Zauner, en la introducción a su excelente tesis Die
romanischen Ñamen der Kórperteile (Los nombres románicos
de las partes del cuerpo humano), en Romanische Forschungen