escribe una interpretacion de la cita biblica 26,36-46
Respuestas a la pregunta
Respuesta:“36 Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Siéntense aquí mientras voy más allá a orar.» 37 Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado. 38 «Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo.»
39 Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.[a] Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»
40 Luego volvió adonde estaban sus discípulos y los encontró dormidos. «¿No pudieron mantenerse despiertos conmigo ni una hora? —le dijo a Pedro—. 41 Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.»
42 Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo,[c] hágase tu voluntad.»
43 Cuando volvió, otra vez los encontró dormidos, porque se les cerraban los ojos de sueño. 44 Así que los dejó y se retiró a orar por tercera vez, diciendo lo mismo.
45 Volvió de nuevo a los discípulos y les dijo: «¿Siguen durmiendo y descansando? Miren, se acerca la hora, y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levántense! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!». NVI
Jesús, oración
OREN SIN CESAR (1 Tes. 5:17) Es un imperativo, una orden, una exhortación del Apóstol San Pablo a la iglesia de Tesalónica. La oración es un depósito santo del pueblo de Dios: Israel fue un pueblo educado en la oración y también la iglesia primitiva lo fue. ¿Por qué debemos orar? ¿Cuándo, cómo y para qué debemos orar? En los momentos que vivimos como iglesia y ante los grandes desafíos misioneros que tenemos por delante, la oración ha de ser una práctica personal, familiar y de iglesia imposible de soslayar. Sin oración ferviente, sistemática y eficaz, las metas de siembra de iglesias serán inalcanzables. Es urgente orar, orar sin cesar.
La oración es una compañera fiel de la misión de la iglesia, como lo fue en cada momento del ministerio de nuestro Señor Jesucristo, especialmente y de manera intensa en los momentos cruciales; pero siendo una práctica común en el cultivo de su comunión con el Padre. Los Evangelios describen que Jesús pasaba la noche orando, se apartaba a lugares solitarios para orar o se levantaba de mañana para buscar el rostro de su Padre. Oró en Getsemaní y lo hizo en los momentos más profundos de su angustia. La misión cristiana va acompañada del dolor y el sufrimiento, ante la incomprensión de la tarea o la angustia de la cruz y el vituperio del nombre de Dios. Hay en la misión tiempo de incomprensión, cansancio, sacrificio, desgaste, dolor; por ello debemos de orar, siempre orar. Orar eficazmente.
Respuesta:
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. 40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.