Escribe un relato de aventura corto de no más de 300 palabras, cuyo escenario sea la naturaleza
donde se desarrollen todas las acciones de tus personajes.
Respuestas a la pregunta
Respuesta: LA ESTACIÓN
La estación es un lugar de partida, pero también de encuentro, al menos así lo entienden las personas que allí se encuentran.
Hay diferencias con el pasado, cuando se emprendía un viaje, era una cosa extraordinaria y memorable. Hoy todo eso ha cambiado, es parte del día a día, en el caso de algunas personas, forma parte de su trabajo. Las despedidas y los recibimientos se hacen raros.
Caras grises y apuradas de tiempo, son los nuevos sustitutos. Las maletas voluminosas, donde trataban de llevar lo más posible, son sustituidas por maletines portátiles donde llevar el ordenador o los pocos papeles necesarios para resolver las necesidades diaria. Eso si, lo que no puede faltar, es el teléfono móvil que sonara varias veces a lo largo del viaje.
Todo hace que las estaciones se hayan transformado y que sensaciones que se tenían antes, ya no tengan cabida, ni en las paredes de los pasillos.
Los trenes también se han adaptado a los nuevos tiempos y se transforman en más rápidos. Dando más luz a unos vagones lúgubres, que campaban en el pasado. Las conversaciones en los departamentos se han cambiado por las conversaciones telefónicas, ni siquiera la música ambiental puede tapar las mismas.
Los altavoces no solo anuncian las nuevas salidas o llegadas, sino medidas de seguridad, que te hacen mirar a la persona que pasa junto a ti, en una persona extraña, capaz de cometer un delito: desconfiar.
El edificio vive la forma de vida transformada al tiempo actual. Los periódicos son gratuitos, con noticias esquemáticas y un espacio para el ocio, cada vez más escaso.
Hay prisa, se corre para coger el nuevo transporte y es imposible dejar huella en este suelo de granito. Las maletas tienen ruedas. Que aumentaran, de grosor, los fines de semana. Dando rapidez.
Respuesta:
La pizarra mágica Iba una vez un niño caminando por un bosquecillo, cuando sobre un viejo arbol encontró una gran pizarra, con una caja de tizas de cuyas puntas salían brillantes chispas. El niño tomó una de las tizas y comenzó a dibujar: primero un árbol, luego un conejo, luego una flor...
Mágicamente, en cuanto terminaba cada figura, ésta cobraba vida saliendo de la pizarra, así que en un momento aquel lugar se conviertió en un estupendo bosque verde, lleno de animales que jugaban divertidos. Emocionado, el niño dibujó también a sus padres y hermanos disfrutando de un día de picnic, con sus bocadillos y chuletas, y dibujó también los papeles de plata y las latas de sardinas abandonadas en el suelo, como solían hacer. Pero cuando los desperdicios cobraron vida, sucedió algo terrible: alrededor de cada papel y cada lata, el bosque iba enfermando y volviéndose de color gris, y el color gris comenzó a extenderse rápidamente a todo: al césped, a las flores, a los animales... El niño se dió cuenta de que todo aquello lo provocaban los desperdicios, así que corrió por el bosque con el borrador en la mano para borrarlos allá donde habían caido. Tuvo suerte, y como fue rápido y no dejó ni un sólo desperdicio, el bosque y sus animales pudieron recuperarse y jugaron juntos y divertidos el resto del día.
El niño no volvió a ver nunca más aquella pizarra, pero ahora, cada vez que va al campo con su familia, se acuerda de su aventura y es el primero en recoger todos los desperdicios, y en recordar a todos que cualquier cosa que dejen abandonada supondrá un gran daño para todos los animales, la naturaleza y el mundo en general todo salio bien y hagan limpieza no boten basura fin .
Explicación paso a paso: