Escribe un relato a partir de esta introducción:
Cuenta la leyenda que un joven rey con ganas de poder mató al último unicornio. Una gran maldición cayó sobre sus súbditos y fue obligado a pasar tres pruebas para probar su valía como rey...
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Cuenta la leyenda que un joven rey con ganas de poder mató al último unicornio. Una gran maldición cayó sobre sus súbditos y fue obligado a pasar tres pruebas para probar su valía como rey.
La primera prueba consistía en probar su fuerza y poder, por ello tenía que enfrentarse él solo a cientos de enemigos, armados con espadas y escudos. El joven rey no tuvo ningún problema, acabó con todos ellos uno a uno, sin apenas una gota de sudor o cansancio.
En la segunda prueba debía mostrar su liderazgo, por ello debía organizar a sus hombres, sus guardias de la corte, para que se posicionaran y atacaron según las órdenes establecidas por el rey. Juntos debían enfrentarse a un gigante de la montaña, uno de los seres más fuertes y poderosos de la comarca. Para poder acabar con él, el rey ordenó a sus arqueros que se colocaran en las atalayas de la torre, uno en cada una de ellas, donde tenían pequeñas fogatas que les servirían para incendiar la punta de la flecha y así atacar más ferozmente al gigante. El resto de los soldados, armados con las espadas y escudos, atacarían de frente una vez el rey diera la orden, puesto que debían esperar a que los arqueros atacaran. Finalmente, los hombres equipados con lanzas atacarían desde los lados, para sorprender al gigante y derribarlo sin que éste se lo esperara.
Una vez que todos sabían su papel, esperaron a avistar al gigante y, cuando éste llegó, el rey ordenó el comienzo del ataque. Los arqueros impregnaron la flecha con fuego y atacaron sin cesar, uno tras otro. El gigante comenzaba a tambalear, pero aún así seguía velozmente hacia las puertas del castillo donde se encontraban los demás hombres. El rey en ese momento ordenó a los soldados con lanzas que se prepararan y al resto que comenzara a atacar. Con las espadas y los escudos, los soldados comenzaron a atacar y debilitar al gigante y, cuando éste menos se lo esperaba, los hombres con lanzas entraron en la batalla y acabaron con el monstruo.
Tras las dos excelentes primeras pruebas, el rey se mostraba confiado en su valía, pero lo que no sabía es que la tercera y última prueba era la mas difícil de todas: demostrar su valor.
Todo rey debe ser poderoso, fuerte y mostrar liderazgo, pero ante todo debe mostrar valor. Por ello en esta tercera prueba debía elegir entre la corona, es decir, ser rey por y para siempre, con toda la riqueza que él quisiera. O por otro lado, quedarse con sus soldados, con su familia, aquellos que habían luchado con él siempre, aquellos que lo respetaban y daban su vida por él. Debía elegir bien, puesto que si decidía quedarse con la primera opción se quedaría solo el resto de su vida, y si elegía la segunda opción dejaría de ser rey y todo lo que conlleva.
Tras una breve reflexión, el rey tomó una decisión. Con todos allí presentes el rey decidió quedarse con el trono, ser rey por y para siempre. Los soldados apenados por su decisión, dejaron las armas y se marcharon del castillo. El rey se enojó con ellos pero sabía las consecuencias que tendría sus actos, por ello les dejó marchar.
Y así fue como el joven rey poderoso vivió solo el resto de sus días por su falta de valor.