Historia, pregunta formulada por guillermo262310, hace 1 año

Escribe un poema alusivo a aquiles nazoa

Respuestas a la pregunta

Contestado por lidgera2007
0

Respuesta:

El sarampión de la princesa

A Elizabeth, princesa de Inglaterra,

como a cualquier negrita de esta tierra,

le ha dado el sarampión,

enfermedad tenida por plebeya

y que, por eso mismo, al darle a ella,

rompió la tradición.

Por muy cierto hasta ahora se tenía

– bastante nos lo han dicho en poesía –

que las princesas son,

dada su sangre azul, del todo inmunes

a esos males caseros y comunes

que atacan al montón.

Cuentos nos han contado, por quintales,

de princesas enfermas, cuyos males

son siempre de postín:

algún hechizamiento, algún letargo

o esas ganas de echarse largo a largo,

que llaman el “esplín”.

Y si hubo un caso grave fue el de aquella

princesita tan floja como bella

que veinte años durmió,

hasta que vino un príncipe en su jaca,

la despertó moviéndole la hamaca

y le dijo: – les go…

¡Ah crudeza del mundo! Así es la cosa:

Elizabeth está sarampiosa

como cualquier mortal.

Y su rostro, a la luna parecido,

por causa de las ronchas ha sufrido

un eclipse total.

Así pues, los discípulos de Apolo

que han visto a las princesas sufrir sólo

males del corazón,

se llevarían una gran sorpresa

si llegaran a ver a esta princesa

¡con esa picazón!


guillermo262310: no me sirve por que nadie me entiende aquii
cristoman21: si no te sirve para que preguntas
Contestado por cristoman21
0

Respuesta:

El sarampión de la princesa

A Elizabeth, princesa de Inglaterra,

como a cualquier negrita de esta tierra,

le ha dado el sarampión,

enfermedad tenida por plebeya

y que, por eso mismo, al darle a ella,

rompió la tradición.

Por muy cierto hasta ahora se tenía

– bastante nos lo han dicho en poesía –

que las princesas son,

dada su sangre azul, del todo inmunes

a esos males caseros y comunes

que atacan al montón.

Cuentos nos han contado, por quintales,

de princesas enfermas, cuyos males

son siempre de postín:

algún hechizamiento, algún letargo

o esas ganas de echarse largo a largo,

que llaman el “esplín”.

Y si hubo un caso grave fue el de aquella

princesita tan floja como bella

que veinte años durmió,

hasta que vino un príncipe en su jaca,

la despertó moviéndole la hamaca

y le dijo: – les go…

¡Ah crudeza del mundo! Así es la cosa:

Elizabeth está sarampiosa

como cualquier mortal.

Y su rostro, a la luna parecido,

por causa de las ronchas ha sufrido

un eclipse total.

Así pues, los discípulos de Apolo

que han visto a las princesas sufrir sólo

males del corazón,

se llevarían una gran sorpresa

si llegaran a ver a esta princesa

¡con esa picazón!

Explicación:


guillermo262310: ese el el mismo que el primero que escribieron y tampoco me sirve tenia que ser un poema dedicado a el no uno de el sino dedicado entendiste
cristoman21: ok boy a buscar otro y te lo pongo en los comentarios
cristoman21: Esta figura mía

de tan flaca da ganas de reír:

parece una lección de anatomía

con flux de casimir.

…Mis manos son dos ramas desprendidas

de un añoso ciprés;

son tan flacas, nudosas, desteñidas

que parecen dos guantes al revés.

Y en su “Declaración Sumarial” de 1975:

En los tiempos de mi niñez yo deletreaba flores;

a los diez años ya dominaba perfectamente el arte de ver a algunas

gentes llorando en los jardines;
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