escribe un plan de acción para que mejores tus debilidades y alimentes tus fortalezas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Preevaluación
Antes de mirar cualquier plan o estrategia de mejora es necesario saber cuál es la situación actual. Siéntate y analiza críticamente los diferentes aspectos de tu vida, y determina objetivamente si se necesitan mejoras, y en qué áreas se tiene que mejorar.
2. Analiza tus fortalezas, debilidades y oportunidades
Obviamente hay cosas que haces mejor que otras. Los estudios demuestran que la mayoría de la gente percibe sus debilidades como algo fácil de superar en el futuro y están seguros de poder conservar sus fortalezas. Entender tus muchas fortalezas y debilidades te ayuda a determinar las técnicas que debes usar en tu viaje de desarrollo personal. Puede que seas, a lo mejor, un buen amigo y una persona a la que se le da bien escuchar pero tienes problemas con la ira. Si no eres consciente de esto puedes estropear la relación que tienes con tus amigos, tu familia y el resto de personas de tu entorno.
3. Define tus objetivos de manera clara
Después de determinar qué áreas de tu vida necesitan mejorar, transfórmalas en objetivos o en la parte clave de tus objetivos. Para empezar, ponlos en una lista sin ningún orden en particular. Los objetivos que fijes deben ser realistas y directos; sino, puede que acabes dejándolos a mitad del camino de mejora personal. Por ejemplo, no puedes sólo escribir “perder peso” como objetivo. Determinar cuántos kilos quieres perder en un periodo aproximado de tiempo es una mejor manera de expresarlo además de hacer más fáciles los siguientes pasos a seguir.
4. Prioriza tus objetivos
No es complicado entender que hay algunos retos que son más urgentes y por ello deben ser atendidos primero. Algunos ejemplos de esto son problemas relacionados con el colegio o el trabajo. Después de haber ordenado tus objetivos, repásalos mientras das un peso a cada uno dependiendo de su relevancia, urgencia e importancia para ti. El propósito es encontrar un objetivo que te parezca importante y pueda afectar positivamente a otros aspectos de tu vida una vez lo hayas alcanzado, y convertirlo en tu objetivo principal. Por ejemplo, puedes priorizar perder algo de peso como objetivo la primera mitad del año. Los beneficios de esto incluyen una mejor figura, y la mejora de tu salud y de tu forma física. También puede mejorar tu confianza, y como resultado, tu relación con las personas de tu entorno.
5. Fija metas
Las metas se utilizan muy frecuentemente para medir el progreso en tareas y proyectos. Cuando empiezas a trabajar en tu viaje de mejora personal es bueno tener unas metas o fechas límite que te empujen a trabajar duro y se sumen para conseguir el objetivo principal. Si tu objetivo es ser millonario y ganas 100k al año, tu objetivo puede ser duplicar tus ingresos a 200k para el próximo año.
Para mejores resultados, se tienen que seguir los objetivos SMART (inteligentes) que dicen que las metas deben ser:
Específicas (Specific en inglés)
Medibles
Alcanzables
Realistas
Medibles en tiempo (Timely)
6. Diseña un Plan de Acción
Teniendo en cuenta los retos, oportunidades, debilidades y metas cuantificables, crea un plan de acción detallando las acciones que pretendes llevar a cabo para conseguir tu objetivo. El número recomendado de actividades que se deben seguir para un objetivo está entre 5 y 10. Por ejemplo, si tu objetivo es perder peso tu plan de acción puede ser:
Ir al gimnasio los lunes, miércoles y viernes.
Llevar comida sana al trabajo de lunes a jueves todas las semanas.
Comer comida procesada sólo 2 veces a la semana.
Andar de casa al trabajo a diario para hacer ejercicio.
Independientemente de cual sea tu plan de acción, comprométete a seguirlo al pie de la letra y cuando dudes de tu fuerza de voluntad, pide a un amigo o familiar que te de recordatorios frecuentes. Además, se realista con tu plan y asegúrate de darte un margen de tiempo para completar las tareas.
7. Revisa el progreso
Para medir tu progreso y la eficiencia de tu plan de acción, realiza autoevaluaciones diarias, semanales, y mensuales. En cada una de ellas, pregúntate a ti mismo si de verdad te estás acercando a tu objetivo. Si en cualquier momento sientes que no estás progresando positivamente, puedes cambiar tu plan de acción o mover las fechas límite de tus metas. Sobretodo, no seas demasiado negativo o crítico contigo mismo. No llegar a un par de metas o no conseguir tu objetivo no es un fracaso. Lo importante es intentarlo.
Conclusión
La mejora o el desarrollo personal es un proceso continuo que sólo se termina cuando se termina nuestra vida. Para mejorar nuestras condiciones vitales, al igual que nuestra salud mental y física, necesitas buscar una tendencia positiva constante. Tener un plan de mejora personal nos ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos, nuestras necesidades y las estrategias que debemos seguir para llegar a nuestros resultados preferidos.
coronaaa por fis