escribe un hecho importante que haya sucedido en la familia para recuperar la memoria colectiva e identificación especial y ubicación temporal
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Reconstrucción De Categorías Al Hacer Memoria
1
2¿Cómo transformar la condición de víctima hacia la de actor social? Ésta fue la pregunta con la que se dio inicio a nuestro trabajo en memoria colectiva. Al mismo tiempo, se había identificado un conjunto de objetivos que justificaron el proyecto: a) Construir un archivo de historias de vida para que en el futuro otras personas conocieran, de fuentes primarias, sucesos del conflicto político armado del país; b) Reconocer voces no oficiales como testimonios de lo sucedido; c) Visibilizar la experiencia de un conjunto de personas que no serían tenidas en cuenta por los medios masivos de comunicación; y d) Contribuir, como institución universitaria,1 a los procesos de reparación simbólica y colectiva, atendiendo población que antes no había tenido contacto con este tipo de aproximación. Los fundamentos teóricos que orientaron el proceso, y lo siguen haciendo, fueron postulados desde el construccionismo y las perspectivas críticas en psicología social, los cuales sugieren una revisión permanente del proceso, una comprensión no lineal de los acontecimientos sociales, a la vez que colectiva, a partir de los significados existentes y emergentes, y el reconocimiento de la politextualidad, sin pretensión alguna de unificación.
5En este punto de la reflexión toda víctima ya era actor social, con lo cual nuestra pregunta inicial fue cuestionada. Habiendo deconstruido la pregunta y reconstruido el significado de la noción de actor social, fue necesario hacer el mismo ejercicio en relación con el término víctima.
7La noción de víctima tampoco era pertinente en el proceso propuesto, y la pregunta inicial se había transformado, debido al conocimiento adquirido al hacer memoria con personas que habían sido dañadas por la coacción de cualquiera de los actores armados. Discutir la noción de víctima no supone la negación del daño y de sus consecuencias físicas, materiales, políticas y morales. Proponer una noción diferente supone la no aplicación generalizada de una categoría a todas las condiciones vitales de quienes han sufrido daño. En consecuencia, ¿cuál sería la noción emergente capaz de hacer una descripción adecuada del fenómeno de la violencia? Infligir un daño supone una afectación; por tanto, la persona que ha sido dañada por cualquier actor armado, en el contexto del conflicto que está siendo analizado, será nominada como afectada. La consideración de esta noción tiene por lo menos dos ventajas: a) Llama la atención sobre el daño y no sobre una condición general, por lo que se pregunta: ¿qué se ha afectado?, y, b) Focaliza las condiciones acerca de las cuales se debe dirigir la reparación: ¿qué de lo afectado es susceptible de reparación y restauración? ¿Cómo se puede reparar y restaurar?
11La pregunta acerca de cómo llevar una víctima a actor social fue trascendida siguiendo procesos reflexivos propios de la investigación cualitativa y de la comprensión construccionista. Comprendimos que las relaciones trazadas en el conflicto y la construcción de su memoria son un asunto complejo mediado por condiciones simbólicas, materiales y corporales que a su vez definen la identidad de cada uno de los actores involucrados. La memoria en situaciones de conflicto político armado, el recuerdo y el futuro mestizado para soportar lo colectivo y lo comunitario, no son cuestiones solamente de las personas afectadas, en pro de la verdad, la justicia y la reparación; no son cuestiones de los ofensores para obtener beneficios de la justicia transicional y conjurar la impunidad; y tampoco son cuestiones exclusivas de los ofendidos para que exorcicen el riesgo de ser afectados mientras intentan-intentamos posicionar lecturas adecuadas acerca de los acontecimientos. La memoria es ante todo un proceso de encuentro simbólico de las diferentes experiencias en relación con el conflicto, tendiente, deseablemente, a la significación del pasado y el futuro mediante una diversidad suficiente que garantice la convivencia; proceso en el cual cada uno de los actores es reconocido por su capacidad de agencia, aun cuando no haga parte de un proyecto colectivo incluyente. Reconocer un horizonte de significado diferente no supone su aceptación por parte de quien lo conoce (será puesto en escena a partir de los contenidos vigentes, con lo que tendrá que negociar su validez), pero rechazarlo constituye un acto de exclusión en medio de ingentes esfuerzos por el reconocimiento y la inclusión.