escribe nuevas ideas sobre la guitarra
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En el caso de la guitarra, tenemos lo que los expertos llaman tablaturas: representaciones en papel del movimiento que deben llevar a cabo las manos. Estas notaciones musicales muestran cómo hay que posicionar los dedos para tocar las diferentes notas de una melodía, lo que permite interpretar canciones sin saber solfeo.
Dicho esto, si de verdad te gusta la guitarra, llegará un punto en el que deberás ponerte a estudiar la teoría. ¿Para qué? Por ejemplo, si quieres tocar en una banda, saber leer partituras facilita mucho la interacción con los otros miembros; además, el solfeo te permite conocer más a fondo qué estás tocando, lo que te ayuda a progresar y a componer tu propia música.
No podemos negar que, si eres aficionado al jazz y a la música clásica, vas a tener que pasar sí o sí por el solfeo. Pero si simplemente quieres divertirte y te interesan otros estilos, no tienes por qué hincar los codos. Eso sí, si quieres volverte todo un profesional, el solfeo te puede ayudar mucho; los músicos dicen que, con ponerse un poco todos los días (5-10 minutos), en unas semanas aprendes las bases.
¿Quieres saber de dónde viene la guitarra?
Soy demasiado viejo para aprender a tocar la guitarra
Si el tema del solfeo frena a muchos, el de la edad no se queda corto. Siempre se ha dicho que es mejor aprender a tocar la guitarra cuando se es joven.
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No hay edad para aprender a tocar la guitarra
Es verdad que aprendemos mucho más rápido cuando somos niños. A esa edad somos verdaderas esponjas, capaces de asimilar una cantidad increíble de información. A medida que crecemos, se vuelve más difícil retener los mismos datos. Sin embargo, esto pasa, sobre todo, con las cosas aburridas. Si le coges gusto a algo, progresarás a pasos agigantados. Además, te entrarán ganas de mejorar y de descubrir cosas nuevas.
Muchos jubilados deciden ponerse con la guitarra para entretenerse y mantenerse activos. Aprender a tocar un instrumento es un medio genial para conocer gente y hacer que nuestras neuronas trabajen. Sin olvidar que, por lo general, cuanto más viejos somos, más tiempo libre tenemos. A menudo, los niños tienen que hacer malabares para combinar el cole, los deberes y las actividades extraescolares, mientras que los adultos, una vez que los hijos han dejado el nido, por fin tienen tiempo para dedicárselo a sus aficiones.
Puedes elegir entre pasar tu tiempo libre sin pena ni gloria delante de la tele (algo no muy estimulante para el cerebro), o aprovechar para aprender a tocar la guitarra y disfrutar tocando canciones míticas (o creando las tuyas propias).
No hay edad para la música. Solo se necesitan ganas, pasión y motivación. Eso es todo. Todos tenemos sentido del ritmo; de hecho, nuestro día a día está marcado por diferentes tempos: nuestro corazón, que late de manera regular y constante, con mayor o menor velocidad en función de la situación; el ritmo día-noche, que impone reposo o actividad a nuestro cuerpo; las estaciones, con ese infinito ciclo invierno-primavera-verano-otoño; incluso el ritmo de nuestro horario interno, que no es igual para todos. Todos tenemos un sentido propio del ritmo.
En lo relativo a la guitarra, con un buen profesor, enseguida captarás el ritmo del instrumento y entrarás en simbiosis total con él. Los músicos dicen que el objetivo de la música es reconectar con nuestro ritmo interior; una buena frase, y muy cierta.
Echa un ojo también a nuestro artículo sobre los diez mejores guitarristas de la historia.
No tengo oído para la música
Eso de no tener oído también es una idea preconcebida que no quiere decir absolutamente nada. Al igual que todos tenemos el ritmo en la piel, todos podemos escucharlo e imitarlo. Las clases de guitarra con un profesor particular podrían ayudarte a desarrollar tu capacidad auditiva.
Explicación:
que tengas un hermoso dia