escribe la biografía de Isabel Flores de Olival(Santa rosa de lima)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Isabel Flores de Oliva nació en Lima, en 1586, y fue la primera mujer americana declarada santa por la iglesia católica. La bautizaron como Isabel, pero su madre -al ver que con el paso de los años su rostro se volvía sonrosado- la empezó a llamar con el nombre de Rosa.
Su fama de santidad era tal, que es la primera santa que antes de ser canonizada fue proclamada, de manera excepcional, patrona del Perú, del Nuevo Mundo y de Filipinas. Fue canonizada por el papa Clemente X en 1671, y se convirtió en la primera santa de América.
Santa Rosa fue laica y no religiosa, una terciaria en la orden de Santo Domingo. Es decir, una mujer que se vestía con túnica blanca y manto negro. Llevaba una vida consagrada a Dios, pero en su propia casa. Ella buscó imitar a la más famosa terciaria dominica: Santa Catalina de Siena.
Fe católica. Año a año muchas personas llegan al santuario de Santa Rosa de Lima, que está situado en el Centro Histórico de la capital. El recinto está conformado por una iglesia y un convento, los cuales fueron construidos en los siglos XVII y XVIII junto a la casa donde vivió Isabel Flores de Oliva.
La santa vivió e inició sus curaciones milagrosas en este santuario, ubicado en la primera cuadra de la avenida Tacna, en el Centro de Lima.
Por sus milagros, Santa Rosa es Patrona de las Filipinas, Patrona de las Armas de Argentina y del Paraguay. En Perú, también es Patrona de la Policía Nacional, de las enfermeras, Cáritas de Lima y de los mineros.
La historia cuenta que antes de ser canonizada, en 1671, Santa Rosa fue proclamada ‘Santa del Perú’, en 1669, y ‘Santa del Nuevo Mundo y de Filipinas’, en 1670. Desde entonces, es conocida en Filipinas como ‘Santa Rosa Laguna’, y es adorada por sus apariciones durante la ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial.
Su legado. El papa Inocencio IX expresó que posiblemente en América no hubo un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración.
Esta santa limeña pasó los tres últimos años de su vida ayudando en el servicio del hogar de don Gonzalo de Massa, un empleado del Gobierno, cuya esposa le tenía mucho cariño. Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años.
Explicación paso a paso:
Respuesta:
Santa Rosa de Lima nació el 20 de abril de 1586 en la vecindad del hospital del Espíritu Santo de la ciudad de Lima, entonces capital del virreinato del Perú. Era hija de Gaspar Flores (un arcabucero de la guardia virreinal natural de San Juan de Puerto Rico) y de la limeña María de Oliva, que en el curso de su matrimonio dio a su marido otros doce hijos. Recibió bautismo en la parroquia de San Sebastián de Lima, siendo sus padrinos Hernando de Valdés y María Orozco.
En compañía de sus numerosos hermanos, la niña Rosa se trasladó al pueblo serrano de Quives (localidad andina de la cuenca del Chillón, cercana a Lima) cuando su padre asumió el empleo de administrador de un obraje donde se refinaba mineral de plata. Las biografías de Santa Rosa de Lima han retenido vivamente el hecho de que en Quives, que era doctrina de frailes mercedarios, la futura santa recibió en 1597 el sacramento de la confirmación de manos del arzobispo de Lima, Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, quien efectuaba una visita pastoral en la jurisdicción.
Aunque había sido bautizada como Isabel Flores de Oliva, en la confirmación recibió el nombre de Rosa, apelativo que sus familiares empleaban prácticamente desde su nacimiento por su belleza y por una visión que tuvo su madre, en la que el rostro de la niña se convirtió en una rosa. Santa Rosa asumiría definitivamente tal nombre más tarde, cuando entendió que era "rosa del jardín de Cristo" y adoptó la denominación religiosa de Rosa de Santa María.
Ocupándose de la "etapa oscura" en la biografía de Santa Rosa de Lima, que corresponde precisamente a sus años de infancia y primera adolescencia en Quives, Luis Millones ha procurado arrojar nueva luz mediante la interpretación de algunos sueños que recogen los biógrafos de la santa. Opina Millones que ésa pudo ser la etapa más importante para la formación de su personalidad, no obstante el hecho de que los autores han preferido hacer abstracción del entorno económico y de las experiencias culturales que condicionaron la vida de la familia Flores-Oliva en la sierra, en un asiento minero vinculado al meollo de la producción colonial. Probablemente esa vivencia (la visión cotidiana de los sufrimientos que padecían los trabajadores indios) pudo ser la que dio a Rosa la preocupación por remediar las enfermedades y miserias de quienes creerían luego en su virtud.