Matemáticas, pregunta formulada por thayzbravo, hace 25 días

escribe el término que falda en ca igualdad todos los liberales​

Respuestas a la pregunta

Contestado por angellopzg182
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Respuesta:

Igualdad liberal *

Paolo Comanducci **

Empiezo con algunas trivialidades para individualizar el marco donde se

sitúan los problemas que trataré. En la historia del pensamiento jurídico-político,

desde el último cuarto del siglo XVIII en adelante, la idea de igualdad ha tenido

una posición sobresaliente. Como todo el mundo sabe, la igualdad ha sido un

concepto clave en todas las filosofías políticas de la edad moderna: por ejemplo

en el marxismo -en sus varias formas-, en el utilitarismo, en el pensamiento

social de la iglesia católica, en el liberalismo -en todas sus variantes.

En el marco jurídico, sobre todo en el nivel constitucional, la idea de

igualdad está presente en las primeras constituciones modernas (la constitución

norteamericana de 1786, y las francesas revolucionarias, a partir de la

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, a las

constituciones de 1791, 1793 y 1795), está presente en muchas cartas del siglo

XIX (como la de Argentina) y, sobre todo en las constituciones de posguerra y

en los documentos internacionales que garantizan los derechos humanos (primero

la Declaración Universal de la ONU de 1948). La filosofía política que está

detrás de estas cartas es generalmente una forma de liberalismo y, en el sentido

común de los juristas, estas cartas reconocen un principio liberal de igualdad.

Por cierto, no siempre los confines de este principio están bien delimitados, así

que, bajo la idea de igualdad liberal, además del principio de igualdad frente a

la ley, a veces se individualiza también un principio de igualdad substancial.

Aún si los límites del concepto no están tan claros, hay un acuerdo bastante

general sobre el hecho de que la igualdad liberal garantizada por los regímenes

democráticos, equivale al deber de la ley de tratar igualmente a los iguales, y de

reconocer a todos los ciudadanos algunos derechos fundamentales.

Ahora bien, en los últimos veinte años, esta interpretación de las

constituciones y de los documentos internacionales, como también la concepción

filosófico-política que la justifica, está bajo ataque. No sólo por parte de los

tradicionales enemigos del liberalismo y de su principio de igualdad, como los

marxistas, especialmente los “ortodoxos”, que critican esta concepción como

puramente formal, vacía y engañadora (para ellos, la igualdad liberal cubriría

la desigualdad substancial y la explotación de los trabajadores); o como por el

catolicismo político, que critica el individualismo y el desconocimiento de las

formaciones sociales (primero la familia) en el interior de las cuales lo que es

importante es el valor de la solidaridad y la comunión entre los individuos más

que la igualdad. Los ataques a la igualdad liberal, con argumentos a veces

parecidos, a veces distintos de los empleados por marxistas y católicos, llegan

sobre todo de parte de los movimientos feministas radicales, y de los

comunitaristas.

* Texto de una ponencia presentada en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires,

el 7 de agosto de 1995. Quisiera agradecer al profesor Ricardo Guibourg, que se ha tomado la aburrida

tarea de intentar corregir mi castellano. * * Profesor de Filosofía del derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Génova.

Podemos, para simplificar, distinguir aquí entre feministas moderadas y

radicales. Las moderadas sostienen que la igualdad liberal no es suficiente para

suprimir las desigualdades substanciales entre hombres y mujeres, que son el

fruto de la secular opresión de las mujeres por los hombres, y sostienen, entonces,

que son necesarias varias formas de acción positiva que den ventajas especiales

a todas las mujeres. Para alcanzar la paridad no es bastante, por ejemplo, una

legislación laboral que prohiba que las mujeres hagan trabajos pesados o

nocturnos: serían necesarios, también, distintos tipos de tratamiento favorable

y de incentivación del trabajo femenino.

Las feministas radicales, por su lado, luchan directamente contra la igualdad

liberal, con argumentos análogos (no idénticos) a los de los marxistas. La

igualdad liberal sería engañadora, porque dice que hay que tratar igualmente a

los seres iguales, y, al revés, trata de manera igual a los seres distintos (hombres

y mujeres) o, a menudo, de manera distinta (en el sentido de peor) a las mujeres.

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Explicación paso a paso:

coronita porfa

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