Escribe cuatro eventos que fueron claves para aumentar el impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas.
Respuestas a la pregunta
Prácticamente todos los ecosistemas de la Tierra han sido transformados de forma significativa por las actividades humanas. Algunos de los cambios más importantes han sido la transformación de bosques y praderas en tierras de cultivo, el desvío y almacenamiento de agua dulce en represas y la pérdida de zonas de manglares y de arrecifes de coral.
El uso de recursos como los alimentos, el agua o la madera ha aumentado rápidamente, y continúa haciéndolo, en ocasiones de forma insostenible.
Ciertas intervenciones humanas han originado cambios en la regulación del clima, de enfermedades y de otros procesos ligados a los ecosistemas.
Está creciendo el uso de ecosistemas con fines culturales .Sin embargo, la capacidad de los ecosistemas para prestar estos servicios ha disminuido significativamente.
El bienestar humano depende del bienestar material, la salud, las relaciones sociales, la seguridad y la libertad. Todo esto depende a su vez de los cambios en los servicios de los ecosistemas.
Los servicios de los ecosistemas, y en particular la producción de alimentos, la madera y la pesca, son importantes para el empleo y para la actividad económica. Un país podría talar sus bosques y agotar sus caladeros de pesca, lo que conllevaría únicamente un incremento de su PIB, a pesar de la pérdida de capital natural.
Se denomina generadores de cambio a aquellos factores naturales o inducidos por el ser humano que cambian los ecosistemas. Por ejemplo, la alteración de los hábitats y la sobreexplotación, son generadores de cambio directos que influyen de forma explícita sobre los procesos ligados a los ecosistemas. Los generadores de cambio indirectos afectan a los ecosistemas ya que influyen sobre los generadores de cambio directos.
Los principales generadores de cambio indirectos son los cambios en la población humana, la actividad económica y la tecnología, así como los factores socio-políticos y culturales. Por ejemplo, la población mundial se ha duplicado en los últimos 40 años, dándose la mayor parte de dicho crecimiento en los países en vías de desarrollo. Las presiones sobre los ecosistemas han aumentado en términos absolutos, pero el aumento ha sido inferior al del PIB. Esto se debe a estructuras económicas cambiantes, al aumento de la eficiencia y al uso de sustitutos de los servicios de los ecosistemas.
Algunos de los generadores de cambio directos más importantes son: el cambio de los hábitats y del clima, las especies invasoras, la sobreexplotación y la contaminación. La alteración de los hábitats se da, por ejemplo, cuando se amplía la zona dedicada a la agricultura o a las ciudades. El clima mundial ya ha cambiado y continúa haciéndolo, afectando a la temperatura, las precipitaciones y al nivel del mar. Los caladeros de pesca explotados con fines comerciales se encuentran probablemente en su mínimo histórico. El uso intensivo de fertilizantes ha contaminado los ecosistemas con cantidades excesivas de nutrientes. En la actualidad, la mayoría de los generadores de degradación directos permanecen constantes o están intensificándose
Cuatro son los resultados principales sobre los vínculos entre los ecosistemas y el bienestar humano:
-Durante los últimos 50 años, las personas han cambiado los ecosistemas más rápidamente y de una forma más generalizada que en ningún otro período de la historia de la humanidad. Esto se debe principalmente a la cada vez mayor demanda de alimentos, agua dulce, madera, fibra y combustible. El resultado ha sido una pérdida sustancial y en gran medida irreversible de la diversidad de vida en la tierra.
- Los cambios producidos en los ecosistemas han contribuido a crear ganancias sustanciales en el bienestar humano y en el desarrollo económico, pero a cambio de unos costes cada vez mayores. Entre estos costes están la degradación de muchos de los servicios de los ecosistemas, mayores riesgos de cambios abruptos y una mayor pobreza en ciertos grupos de población. De no ser tratados, estos problemas reducirán sustancialmente los beneficios que las generaciones futuras obtendrán de los ecosistemas.
-Esta degradación de los servicios de los ecosistemas podría empeorar significativamente durante los próximos 50 años, lo que constituye una barrera para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
- Invertir la degradación de los ecosistemas y que al mismo tiempo se satisfagan las demandas crecientes de los servicios que estos prestan es un gran reto. Según los escenarios, el reto se podrá superar en parte en el futuro si hay cambios significativos en las políticas y en las instituciones. No obstante, estas acciones necesarias deberán tener un mayor calado que las que se están llevando a cabo en la actualidad.