Escribe al pie de cada caso porque no debe hacerse:
1,Decir en publico lo que se debe decir en privado.
2. Reírse de los demás.
3.Comparar a los demás.
4.Inventar cosas de los demás.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1) Hay cosas que no se pueden decir en público, si hay una discusión se debe hacer en lugares privados porque molestaría a otras personas y se podría decir que quedarías en ridículo con esto de ahora de grabar todo lo que pasa en la calle
2) En ocasiones cuando nos burlamos de alguien frente a testigos, incluso sin ser conscientes la víctima, suele ser para ganarnos el apoyo de ese grupo. Si conseguimos que se rían de nuestra broma, aunque sea a costa de otras personas, nos sentimos reconocidos y atendidos de ese grupo, al que hemos proporcionado un rato de ocio, hemos captado su atención. Nuestra conducta se ve reforzada por esta atención de los demás y tendemos a repetirla.
3) Las comparaciones son perjudiciales. Cada ser humano tiene sus virtudes y defectos, unos brillamos en unas cosas y otros en otras. Jamás debemos compararnos con nadie porque somos únicos e irrepetibles, y lo único que conseguiríamos sería dañar nuestra seguridad y amor propio.
4) El primer paso es deslindar el contenido de las historias que creamos. Por ejemplo, cuando después de una situación particularmente estresante recreamos en nuestra mente los mismos hechos pero esta vez con una salida positiva para nosotros es un fenómeno eminentemente catártico. Muchas veces en algunas situaciones sociales no somos capaces o no podemos expresarnos con total libertad, poner las cosas en su sitio.
Cuando esta historia se desarrolla como una catarsis emocional, al terminar nos sentiremos liberados y podemos regresar a nuestra normalidad; si la historia viene una y otra vez a nuestra mente indica que tenemos un pensamiento rumiativo, somos víctima de ideas recurrentes que no podemos eliminar y que indican cierta rigidez de pensamiento de nuestra parte y dificultades para aceptar el curso y los cambios que implica la vida. En éste caso las historias inventadas indicarían cierto grado de desajuste emocional.