escriba las frases de maximilien robespierre que habla sobre los países libres
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Respuesta:
aguanta
Explicación:
1. Los países libres son aquellos en los que son respetados los derechos del hombre y donde las leyes, por consiguiente, son justas.
Es cierto que sin libertad individual y sin derechos básicos ningún país puede considerarse a sí mismo un país realmente libre.
2. Cuando el trabajo es un placer, la vida es una alegría! Cuando el trabajo es un deber, la vida es una esclavitud.
Una frase que sin duda en la actualidad aún sigue conservando una gran verdad. Todos deberíamos dedicarnos a aquello que realmente nos apasiona.
3. Castigar a los opresores de la humanidad es clemencia, perdonarlos es barbarie.
Cuando una persona hace el mal, es inevitable que más tarde o más temprano ese mal termine volviendo hacia él.
4. Los siglos y la tierra son los despojos del crimen y de la tiranía; la libertad y la virtud apenas se han posado un instante sobre algunos puntos del globo. No creo, sin embargo, que la virtud sea un fantasma, ni creo que haya que desesperar de la humanidad, o dudar un solo momento del éxito de vuestra gran empresa. El mundo ha cambiado, y todavía tiene que cambiar.
La revolución francesa la cual Robespierre inspiró, fue un primer paso muy importante el cual terminó derivando en la sociedad moderna que hoy todos conocemos.
5. El secreto de la libertad radica en educar a las personas, mientras que el secreto de la tiranía está en mantenerlos ignorantes.
Sin educación una persona nunca será totalmente libre, pues sin ella es imposible que dicha persona termine creando esa vida con la que sueña para sí misma.
6. Se puede abandonar una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella.
Como podemos ver en esta cita Robespierre era sin duda todo un patriota, pero por desgracia para las élites de aquellos tiempos era un patriota el cual no luchaba por salvaguardar los intereses de los monarcas de la época.
7. El que pide con timidez se expone a que le nieguen lo que pide sin convicción.
Cuando deseamos algo fervientemente debemos demandarlo con fuerza, pues de otra forma nuestras peticiones muy rara vez serán escuchadas por aquellos que tienen el poder necesario para hacerlas realidad.
8. Los que niegan la inmortalidad del alma se hacen justicia.
Aunque en aquellos años la religión era un factor muy importante dentro de la sociedad francesa, era a causa de los filósofos de aquellos tiempos que muchas personas comenzaban poco a poco a desencantarse de aquellas ideas religiosas que hasta ese momento muchos habían poseído.
9. El gobierno de la revolución es el despotismo de la libertad contra la tiranía.
La revolución era un paso sin duda muy doloroso y que además costaría una gran cantidad de bajas pero Robespierre estaba totalmente convencido, de que era un paso totalmente fundamental para poder lograr el glorioso porvenir que su nación realmente se merecía.
10. Hay algunos hombres útiles, pero ninguno es imprescindible. Sólo el pueblo es inmortal.
Como individuos aislados todos somos débiles y eso es algo que Robespierre sin duda siempre tuvo muy presente.
11. El fundamento único de la sociedad civil es la moral.
Como sociedad es fundamental que todos nos respetemos entre nosotros, pues todos deberíamos saber que sin moral, sin respeto y sin principios una sociedad nunca podrá alcanzar su cenit.
12. Si la virtud es perfecta, tal vez el hombre sea el imperfecto.
Como seres humanos todos somos imperfectos, todos deberíamos tener muy claro que no hay ni una sola persona en el mundo que no posea un defecto del cual muy probablemente se avergüence.
13. Porque siento compasión por los oprimidos, no puedo sentirla por los opresores.
Si el opresor no es castigado los oprimidos nunca podrán ser debidamente recompensados, aquel que hace el mal siempre debería saber que más tarde o más temprano muy probablemente terminará pagando por sus actos.
14. Nací para combatir el crimen, no para gobernarlo.
Durante la revolución francesa se llevaron muchos actos a cabo que sin duda no deberían haber sucedido pero algo que Robespierre sabía muy bien, es que una revolución nunca puede ser controlada ni por una persona ni por un grupo en concreto de individuos.