Es sobre momentos históricos de la independencia del aspecto social y ambiental
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Cuando México ganó su independencia en 1821, cayeron tres siglos de reglamentos para el uso del suelo. Los políticos mexicanos, dedicados a su programa para estimular una economía devastada por las guerras de independencia y a establecer su propio control político, no apostaron a la conservación de los recursos naturales. 1 Para la mayoría de los liberales mexicanos, la conservación era simplemente una traba para sus grandiosos planes económicos. Aún así, durante el siglo XIX surgieron en México críticos al tratamiento insensible de la tierra.
Para la mayor parte de los mexicanos, los contrastes que románticos europeos y americanos habían hecho entre la sublime belleza y las poderosas fuerzas de la naturaleza, por un lado, y por el otro, la fealdad de los pueblos industriales y la naturaleza rutinaria de la vida urbana, no eran evidentes, porque México seguía siendo, durante el siglo XIX, una sociedad principalmente rural y no industrial . 2 Más aún, aquellos que promovieron la industrialización en México durante la última parte del siglo XIX adoptaron el "progreso" material como a un severo dios. Ajeno a la mayoría de la gente y despreciado por la élite mexicana, el romanticismo, en muchas de sus facetas, no podía echar fuertes raíces, y así, no se presentó en México un gran impulso romántico en favor de la protección de la naturaleza. Sin embargo, unos cuantos mexicanos sí tenían una visión romántica de la naturaleza.
Pedro Blázquez, un cazador deportivo mexicano, se dio cuenta que el aire de la ciudad era un precursor de la enfermedad y la muerte. Por el contrario, la atmósfera en el campo era una fuente de salud y vida, ya que las plantas purificaban el aire al absorber el bióxido de carbono y otros gases. Aseguraba que más y más gente reconocía los beneficios de dejar la contaminación y los tumultos de ciudades cada vez más sobrepobladas para cambiar al aire puro y la placidez del ambiente rústico. Una tormenta en estos bosques es la escena más poderosa y majestuosa que pueda ver una persona, y solamente un corazón fuerte es capaz de observarla sin sentir miedo.
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