Geografía, pregunta formulada por sabri5412, hace 15 horas

es para hoy, ayuda!! doy coronita

las diferentes formas de concebir el mundo

Respuestas a la pregunta

Contestado por merlypamal24
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Dediqué este fin de semana a repasar algunos de mis cuentos de terror favoritos. No sólo encontré en esta actividad un viejo disfrute que ya tenía abandonado en los últimos tiempos, sino que también me topé, gozoso, con una curiosa reflexión acerca de los puntos de vista enfrentados, o tal vez complementarios. Y tiene que ver con alguna de las intervenciones que hemos tenido en este blog ultimamente. Sé que probablemente vosotros no saquéis ningun partido a una reflexión que tiene mucho de personal y subjetiva, y que sólo ha servido para tenerme un ratito ensimismado, pero ya que todo blog, incluso este, hace las veces de un diario personal para su autor, he pensado contaros de qué va. A ver qué pensáis al respecto.

E. A. Poe y H. P. Lovecraft. Dos genios de la literatura de terror, que cada cual escoja el que más le guste. Yo ya tengo mis preferencias, pero no va de eso el asunto, no sólo de literatura. A Poe y a Lovecraft les unieron muchas cosas. Cualquiera que conozca algo de la biografía del autor de "En las montañas de la locura" sabrá seguramente de la admiración que sentía por Poe. Y de hecho podemos rastrear y reconocer esa influencia en la propia obra de Lovecraft. Los dos fueron poetas de reconocido talento (esto, como de costumbre, está sujeto a gustos e interpretaciones alternativas. Hay muchos críticos que no acaban de tragar al inventor de los mitos de Cthulhu).

Pero a ambos autores les separaba una característica muy especial. Lovecraft es un maestro de lo sobrenatural. Teje atmósferas terroríficas con los mimbres de otras dimensiones y deja que en su obra resuenen, como una sinfonía horrísona, los ecos de deformes seres extraplanetarios. Nada que ver con el racionalista Poe. También un maestro del terror, de valía indiscutible, pero con un carácter bien distinto. Poe sólo deja intuir tímidamente las sombras de lo extramundano, como fantasmas apenas perceptibles, pero en realidad su narrativa suele estar bien asentada en el mundo natural, en la física, incluso en la razón. No en vano fue, aunque muchos lo desconozcan, un auténtico pionero en el género policíaco (leed, si no, "La carta robada"). Los dos autores consiguen su objetivo: provocar terror, dibujar con palabras imágenes desasosegantes y hacernos pasar un buen rato a los lectores. Pero sus estrategias son diferentes (hasta donde tengo noticia), desde el momento en que optan por una concepción diferente de la realidad. Lo que les separa a los dos, y a eso iba, son las mismísimas ciencias naturales.

Supongo que el mismo análisis se puede hacer extensivo a otros campos no directamente relacionados con la literatura. En este blog hemos asistido estos días a la defensa (formulada de manera respetuosa y educada, por cierto, lo cual es algo poco frecuente) de la existencia de lo sobrenatural. Como decía, es un campo en el que (según lo entiendo yo) los científicos poco podemos decir, salvo oponer nuestro criterio de parsimonia. Algo similar se plantea en el espinoso asunto de la teología, donde los tentáculos de lo religioso se quieren meter a veces en el terreno de la ciencia, y viceversa. Como con Poe y Lovecraft, estamos asistiendo a maneras opuestas de acceder a la realidad. Visiones quizá irreconciliables: ya hemos hablado de lo difícil (imposible) que es discutir los argumentos infalsables de lo "paranormal". Pero también visiones que probablemente sean complementarias, como vienen a concluir las voces más moderadas (¿las más sabias?) desde el marco teológico y desde algunas áreas "problemáticas" o "trascendentes" de la ciencia, como la física cuántica. Al fin y al cabo, ¿Cuántos científicos creyentes hay? Una razón más para no encerrarnos en nuestras fortalezas. ¿Qué hay más allá de la ciencia? Sencillamente no podemos saberlo, o no con las herramientas que a mí me parecen válidas. Por eso hay que conformarse con la intuición, con las creencias, y con el escalofrío que me recorre la espalda cuando estoy leyendo un cuento y hace su aparición Nyarlathotep desde otra dimensión desconocida.

En mi opinión, la ciencia cuenta con una herramienta de prodigioso valor que es el método científico y que le permite avanzar en el conocimiento, sin llegar a trascender, eso sí, el terreno en el que aquélla ha sido confinada. Aprovechémosla a tope.

Y bueno, ya dejo de escribir chorradas, que esto más que Psicoteca parece "el diario de Gilgamesh".Respuesta:

Explicación:


sabri5412: ??
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