¿Es necesario que las creencias sean comprobadas por la ciencia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
No es cierto que uno de los grandes objetivos de la ciencia consista en la destrucción de la religión y de la creencia en el Dios de los monoteístas. Isaac Newton, el formulador de la gravitación universal, tal vez el mayor científico de todos los tiempos, se dedicaba con parecido fervor al estudio del movimiento de las estrellas, a la teología y a la alquimia, con la intención de llegar a comprender la obra de Dios por distintas vías, incluidas la búsqueda de la piedra filosofal y el elixir de la vida.
Un error muy común, del cual ni el mismo Einstein se salvó, consiste en cuestionar descubrimientos o postulados científicos a partir de una percepción de choque con las propias creencias. En el famoso improperio de Einstein contra la física cuántica -«Dios no juega a los dados»- resuena la decisión del papa Urbano VIII, que obligó a su amigo Galileo a negar que la Tierra gira alrededor del Sol y no el Sol en torno a la Tierra, como en su época y en el pasado todo el mundo creía (a excepción de Ptolomeo, que tampoco se fiaba del conocimiento intuitivo, como Lucrecio y algún otro). Puestos a elegir entre la mentira y la hoguera, me parece que todos imitaríamos a Galileo. Por fortuna, la Iglesia admitió, no hace ni un cuarto de siglo, errores en el proceso a Galileo. Para desgracia de Einstein, pero quizá no de todos nosotros, si él hubiera tenido razón contra la cuántica, la televisión no existiría.
Thank you for watching
Si la ciencia, o la razón, chocan con las propias creencias, es tan desaconsejable intentar desacreditar sus conclusiones como examinarlas con detenimiento objetivo, puesto que con la primera actitud nos acercaremos al oscurantismo o nos arriesgaremos al ridículo, mientras que con la segunda se corre peligro de sufrir cambios o el derrumbe de las propias creencias, situación más bien incómoda y a menudo no muy inocua para el sujeto que incurre en tales prácticas. En estos casos, la mejor receta que conozco es la del paquistaní y devoto musulmán Abdus Salam, premio Internacional Catalunya y premio Nobel de Física. Preguntado si creía en la compatibilidad entre Dios y la física, respondió que él se abstenía de mezclar el trabajo con las creencias. Actitud de la inmensa mayoría de científicos -al menos en Estados Unidos-, que no ponen en entredicho su convicción sobre la existencia de un Dios omnipotente que interviene cuando le parece en su creación y que vela por cada uno de los seres humanos, por mucho que, puestos a hurgar, se pudieran detectar ciertos márgenes de duda, por no hablar de contradicciones flagrantes, entre sus conocimientos como científicos y sus creencias religiosas.
Todo es discutible, pero en ciertas discusiones y en la mezcla de argumentos con creencias es mejor no entrar, por prudencia. Y menos todavía apelar al conocimiento intuitivo, como el estimado doctor Sitges-Serra el pasado lunes en esta misma página. Si tuviéramos que organizar un combate entre el conocimiento intuitivo y el científico, la intuición quedaría KO antes de oler el ring. Si fuera por el conocimiento intuitivo, como hemos visto, el Sol aún daría vueltas a la Tierra.
Explicación:
Espero te ayude :c