¿es legítimo valorar a un dirigente corrupto porque rechaza obras beneficiosas para la población? Justificar.
Respuestas a la pregunta
Todos los hombres tienen la tentación de la corrupción bien por obtener beneficios o para evitar perjuicios y la mayoría alguna vez realiza actividades deshonrosas teniendo conciencia de ello. Una sociedad puede crear un entorno donde las conductas deshonrosas sean sancionadas con presteza y rechazo social, donde haya participación social en la toma de decisiones y las instituciones estén socialmente respaldadas y sean apreciados los beneficios colectivos de todo ello.
En otras sociedades los criterios éticos y el control social funciona poco, tarde y mal (un buen ejemplo es ver cómo en la CCAA de Madrid con gobiernos sucesivos procesados el PP puede seguir gobernando de forma semejante). La critica en forma de chismorreo social se generaliza sobre chivos expiatorios como "los políticos" siempre de forma indefinida que no permite su comprobación pero justifica/disculpa crónicamente la conducta picara "de todos" en el trabajo, la negligencia en el esfuerzo con quienes conviven etc… .
En las sociedades democráticas hay algunos políticos corruptos porque el poder o la influencia atrae a los corruptores, por ello es buena la alternancia, la fortaleza institucional, la transparencia de los procedimientos… el control desde instituciones parlamentarias, tribunales de cuentas así como en los procesos electorales. Ademas se necesita control policial y judicial, la pluralidad en los medios de prensa etc. Pero una democracia será tan buena como lo sean sus ciudadanos.