ES LA ULTIMA, PLIIS!
Escriban un texto argumentativo acerca de las caracteristicas del barroco americano y la presencia de elementos culturales europeos e indigenas en sus manifestaciones
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Repensar implica, de alguna manera, tratar de realizar una mirada distinta y más profunda sobre los significados del barroco americano. La crisiS interpretativa sobre el tema que se puso en evidencia en el diálogo iniciado en el I Congreso de Roma en 1980 ha motivado en estas dos décadas numerosos ensayos que han tendido a equilibrar las valoraciones aportando nuevos y significativos enfoques.
Quizás desde aquella mirada de fuerte carga eurocéntrica que tendía a
explicar o descalificar las producciones americanas en tanto cuanto se ciñesen
a unos parámetros de análisis consagrados en el viejo continente, hasta los
frágiles intentos de exponer una potencial autonomía americana de decisiones
artísticas y culturales, se ha buscado y logrado un equilibrio que, sin
desconocer la presencia dominante de ciertos lineamientos culturales
europeos, acepta hoy la singularidad de unas manifestaciones que se
concretan en un contexto diferenciado.
De alguna manera tiende a aceptarse que las expresiones americanas
del barroco exhiben ciertos rasgos peculiares que nos permiten hablar de
“barrocos” diversos, como de hecho sucede en Europa, donde ellos abarcan
desde las obras paradigmáticas de las concepciones romanas hasta las
distantes realizaciones del sur de Alemania. Los americanos solicitamos
entonces simplemente, que se nos diera la oportunidad de ocupar un espacio
similar que no convirtiera nuestro cordón umbilical europeo en un rígido cable
de trasmisión ni pretendiera explicarnos lo que sucedía en América por los
acontecimientos y obras que se producían en otras latitudes.
Es decir: reclamábamos y aun hoy reclamamos, la posibilidad de
entendernos contextualmente con el espíritu del tiempo, pero también con el
espíritu del lugar. Esto nos ha llevado a repensar la arquitectura del barroco
no solamente en el horizonte de la globalidad cultural, sino también desde la
mirada “situada” en lo americano, es decir aquélla que nos devela las opciones
no meramente como un acto de poder impositivo sino también como fruto de
una interacción cultural.
Por supuesto que el escenario de ése, nuestro barroco, está incorporado
al concierto de las ideas que movilizan los cambios y actitudes, desde la
contrarreforma y las opciones de una religión militante que quiere persuadir
de sus verdades. Pero lo americano despeja al enemigo, ya que éste no podría
ser un inexistente protestantismo contestatario, sino el desafío de la
continuidad y profundización de una conquista espiritual de sociedades
“gentiles”. Despojada esta contrarreforma de sus emblemas bélicos y
superadas las campañas de extirpación de idolatrías, en América alcanzarán
mayor gravitación y preeminencia los mecanismos del cambio, es decir las
estrategias que permiten obtener los frutos de la persuasión para el mensaje
religioso.
Lo propio podríamos decir de la vitalidad de las decisiones monárquicas
que en Europa son capaces de generar manifestaciones territoriales y
arquitectónicas que en América no habrán de reiterarse. Ello se debe a la
acotada capacidad de decisión de sus Virreyes, subordinados férreamente a
un poder real que limitaba los rituales de aquellas pequeñas “cortes”
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ultramarinas y sobre todo a la voluntad de destinar los recursos públicos a las
obras defensivas que aseguraban la transferencia de mayores medios
económicos a la metrópoli. En esto no debemos olvidar que el imperio español
fue posible económicamente gracias al oro y la plata de las Indias y también,
que el mismo imperio se dilapidó en las transacciones bancarias y en el
financiamiento de las múltiples guerras europeas.
Explicación: