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porfavor ayudame
Respuestas a la pregunta
Respuesta:La responsabilidad cívica ha llamado a nuestras puertas para hacer frente, en sociedad, a la emergencia sanitaria que estamos viviendo. Así, el Gobierno y los profesionales sanitarios nos piden, a través de la campaña de movilización social #QuédatEnCasa, que colaboremos para poner fin a la crisis del COVID-19.
En estos momentos es normal sentir angustia ante la posibilidad de pasar un tiempo prolongado en nuestras casas. Las obligaciones no desaparecen y las tareas del hogar y los cuidados se vuelven una parte principal de nuestro día a día, al igual que la convivencia.
Estos días surgirán momentos de estrés y tensiones a las que también tendremos que hacer frente y, al igual que nos pasa a las personas adultas, también les ocurre a los niños y las niñas.
Madres y padres tienen que replantear e innovar sus estrategias para continuar con el aprendizaje, el ocio y la actividad física de sus hijas e hijos. En estos momentos, Internet se convierte en una herramienta a la que recurrimos aún más, pero tenemos más recursos a nuestro alrededor como la música, la lectura, la cocina, la pintura, el juego o el uso de nuestra imaginación. Al asumir la responsabilidad de quedarnos en casa, podemos tomarnos ese tiempo necesario para romper con el ritmo frenético del día a día y prestar aún más atención de la habitual a los niños y niñas.
Al igual que redimensionamos nuestras actividades en estos días, tenemos que hacer lo mismo con la educación integral de niños y niñas, ya que no se debe detener. Centrarnos en este aspecto nos ayudará también a padres y madres a llevar una buena convivencia en el hogar y en el bienestar de la familia y, en especial, de niños, niñas y adolescentes.
Las niñas y los niños siguen aprendiendo y los únicos referentes somos las personas adultas con las que conviven. Siguen descubriendo quiénes son y teniendo curiosidad, por lo que pueden seguir educándose de manera integral y entrenando competencias para saber vivir de una forma libre, respetuosa, responsable y libre de violencia.
La educación está en todo: en cualquier lugar (fuera y dentro de casa), en todas las relaciones (con madres, padres, hermanos o hermanas) en todas las situaciones (cuando hablamos, discutimos o reímos) y, sobre todo, en el ejemplo que damos. Todo educa. Aunque no seamos conscientes la educación siempre está ahí, incluso cuando no hacemos nada.
Explicación: