Química, pregunta formulada por rubi9850, hace 11 meses

¿Es justificada la acción de la ciencia en la manipulación de los genes de los seres vivos? ¿por qué?

Respuestas a la pregunta

Contestado por luisdariojesusma
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Respuesta:

soy nuevo pero te dare la respuesta

Explicación:

En la actualidad resulta bastante frecuente que quienes estudian los problemas éticos que suscita la manipulación genética a nivel germinal en seres humanos y la clonación humana demanden una regulación jurídica. Así, por ejemplo, en los Congresos que se han celebrado en España sobre aspectos éticos y jurídicos del Proyecto Genoma Humano se ha insistido en la necesidad de la intervención del legislador. Se solicita así que éste regule determinados aspectos y consecuencias de esta actividad científica.

Es importante señalar que esta actitud supone una cierta novedad. De hecho, hasta bien entrado el siglo 20 se mantenía en pié sin fisuras el paradigma que identificaba, en general, todo avance científico con un beneficio para la Humanidad. A cualquier descubrimiento se le asignaba el calificativo de "progreso". Por ello se le consideraba, en todo caso, como algo positivo para la humanidad, resultando difícilmente justificable cualquier mecanismo de control externo de la actividad científica.

A partir de la incorporación de la energía nuclear a la tecnología bélica se levantaron muchas voces de alarma. La idea de que todo descubrimiento de la ciencia era, necesariamente, algo positivo empezó a resquebrajarse. De hecho, se produjo entre los científicos una toma de conciencia de las implicaciones éticas de su trabajo1

 Incluso comenzaron a constituirse asociaciones y movimientos internacionales2

Esta actitud se separaba de la tradicional demanda de autonomía de los científicos. Estos han actuado, durante siglos, con una ausencia de control externo. En este sentido, por ejemplo, señala Mc Conell: "Hemos sido capaces de seleccionar y perseguir nuestras propias áreas de interés"3

Sin embargo, parece que en la actualidad este "status" no puede mantenerse. Como destaca Peces-Barba, no debe dejarse de lado "la problemática que conlleva abandonar estos temas a la corporación de los científicos y desde luego la invisibilidad del poder"4

Parece que tampoco la opinión pública duda del potencial peligro que conllevan ciertas técnicas. Muchos, aún siendo conscientes de que la ciencia y la tecnología han sido instrumentos que, históricamente, han permitido al hombre alcanzar importantes cuotas de satisfacción de necesidades y de disfrute de derechos, presienten, o afirman, que, en determinados casos, también conllevan un potencial riesgo para el ser humano y su entorno. A ello se une, en el ámbito de la tecnología genética, la experiencia del ritmo vertiginoso con el que en la actualidad se suceden los avances. Ello ha determinado que, en este campo, se halla extendido un cierto temor a una "pérdida de control". Para muchos, los científicos se están convirtiendo en una especie de "nuevos amos del mundo". En este sentido, pueden resultar proféticas las palabras que pronunciara Huxley ya en 1964:

"la aparente paradoja es que los científicos y los tecnólogos, en virtud del saber que tienen sobre lo que sucede en este mundo sin vida de las abstracciones e inferencias, han llegado a adquirir el inmenso y creciente poder de dirigir y cambiar el mundo"5

Pero no sólo algunas aplicaciones del avance científico demandan un sometimiento a instancias externas al propio ámbito científico. El mismo desarrollo tecnológico no puede, en la actualidad, considerarse como algo absolutamente neutral. La decisión humana que se inclina por el fomento de una determinada tecnología reposa sobre una ideología que propone esa resolución frente a otra, que plantea fines en una dirección y trata de conseguir unos determinados objetivos en detrimento de otros.

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