¿Es bueno o no depender económicamente de las remesas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Uno de los temas que ha generado un gran debate entre los estudiosos del fenómeno migratorio es el relacionado con las remesas que envían los trabajadores migrantes a sus lugares de origen, y el efecto que tienen en las comunidades que las reciben. El tema presenta sin duda una enorme complejidad y no hay unanimidad de criterios al respecto, por lo que en este trabajo nos hemos propuesto, en primer lugar, llevar a cabo una revisión somera de las distintas posiciones y de algunos de los autores que las sustentan. En segundo lugar, presentamos nuestra posición, en la que destacamos la relación Estado-remesas desde una perspectiva macroeconómica.
Podemos decir, a grandes rasgos, que el eje de las investigaciones se dirige hacia analizar la capacidad de las remesas para reducir la pobreza en las comunidades receptoras. Se estudia si esas transferencias tienen la capacidad de invertirse en proyectos productivos y transformar las condiciones de los pobladores, y la potencialidad para incrementar los niveles de desarrollo humano, entendido como mejoras a la educación, la salud y la alimentación. Las posiciones se dividen entre aquellos autores que sostienen que efectivamente las remesas tienen un impacto positivo, y los que sostienen que son un factor negativo pues, entre otras cosas, hace a las familias dependientes de esos recursos y elimina cualquier posibilidad de inversión productiva pues los pobladores ya no tienen más interés que el de migrar, por lo que no es posible superar los factores que dieron lugar a la migración.
Nuestra visión es que remesas y migración son factores que se deben analizar desde la perspectiva de la economía global para comprender su función, importancia y alcances, sobre todo porque se ha constatado que en la actualidad, en el marco de la globalización, los trabajadores migrantes están jugando un papel central. No tanto por su número, sino por su calidad. Es decir, se trata fundamentalmente de población económicamente activa (PEA)1 con diversos estándares de calificación,2 justamente respondiendo a las propias exigencias de los países receptores. Los migrantes internacionales se están concentrando en los países desarrollados: tan solo 28 países absorbieron en 2005 75% de los migrantes del mundo. Estados Unidos es el país que registra el mayor movimiento en la recepción de migrantes del mundo pues captó 20.2% en 2005, por arriba de Rusia 6.4% y Alemania 5.3%, (Ochoa, 2005).
En este marco, no puede dejarse de lado a la migración indocumentada, que se ha disparado sobre todo a partir de los años noventa del siglo pasado, tiene una función en los países de recepción, además de que para los países de origen son también portadores de remesas. Y si bien el indocumentado no es un fenómeno nuevo en la historia de la migración, si lo es su número, por lo que es muy importante que se le resalte como parte fundamental del nuevo proceso de globalización.3
EXPLICACIÓN
espero que le sirva