¿Eran militantes políticos? ¿Participaban de los centros de Estudiantes? la noche de los lapices
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1)Reconocimiento, persona y espacio público
“Rescatar esos miles de hombres y mujeres que constituían la militancia social” era según el intendente Villegas una misión primordial del Proyecto Uriarte. A uno de los ex militantes políticos ganados para este proyecto, le había señalado: “Mirá Julián, si todos los militantes peronistas se metieran en la sociedad de fomento de su barrio haríamos estragos”. El “rescate” de la militancia social promovió una serie casi ilimitada de reuniones en los Consejos de Organización de la Comunidad, tanto como jornadas y cursos de capacitación, tal como señalé en el capítulo anterior. Pero también generó formas solapadas y abiertas de rechazo. Reuniones ocultas y furtivas, por un lado, y una ceremonia en homenaje a un ex intendente asesinado por la última dictadura militar en 1976, fueron, del otro lado, ejemplo de escenarios contestatarios.
2)Un Centro de Estudiantes, Centro de Alumnos, Sociedad de Alumnos, Asociación de Estudiantes o Gobierno Estudiantil es una organización democrática conformada por los estudiantes de una institución educativa, ya sea pública, privada, subvencionada o mixta. Con un carácter representativo, gremial, social, académico, integrativo o asociativo: se conforman en escuelas de educación media y superior (principalmente universidades).
Explicación:
Se conoce como la Noche de los Lápices en Argentinanota 1 a una serie de secuestros y asesinatos de estudiantes de secundaria, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. En total diez estudiantes secundarios fueron secuestrados por grupos de tareas de la dictadura gobernante, de los cuales seis fueron asesinados sin que sus restos se hallaran hasta la fecha: Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel A. Racero y Horacio Ungaro. Los cuatro sobrevivientes fueron Gustavo Calotti, Pablo Díaz, Patricia Miranda y Emilce Moler.
Este suceso, fue uno de los más conocidos entre los actos de represión cometidos por la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983), ya que los desaparecidos eran estudiantes, en su mayoría adolescentes menores de 18 años, que fueron torturados antes de ser asesinados. La CONADEP, estableció que la policía bonaerense había preparado un operativo de escarmiento para los que habían participado de la campaña por el boleto estudiantil, considerada por las Fuerzas Armadas como «subversión en las escuelas1».
El caso tomó notoriedad pública en 1985, luego del testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, en el Juicio a las Juntas. Además, Díaz participó de la creación del guion que llevó la historia al cine días antes de cumplirse una década de lo ocurrido, en el filme homónimo. Cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura.