"Era el primer día de clases y por la pandemia tuvimos que cambiar de ciudad extrañaba a mis otros amigos. Llegué a mi nueva escuela, reconocí el aula de sexto grado e ingresé. Me senté en la primera carpeta, al lado de la ventana, como me recomendó mi mamá. Quizá mi miedo, quizá los nervios o quizá la emoción de una nueva escuela, de una nueva profesora y de nuevos amigos hicieron que me aleje de la realidad. No pude ver que la profesora ya estaba en el aula y me sonreía, tampoco escuché su voz amable y acogedora. ‘¡Buenos días!, ¡buenos días!', repetía ella, creo que por tercera vez. Me sonrojé.
De pronto un niño interrumpió el estado en el que me encontraba, lo hizo con su ruidosa llegada. La profesora lo saludó también. Otros niños y niñas comenzaron a llegar: sonreían, conversaban manteniendo su distancia y caminaban con la seguridad que les daba el conocerse entre ellos, aunque querían abrazarse sabría que no lo podían hacer, fue un reencuentro diferente.
“¡Henry!”, dijo nuevamente la profesora dirigiéndose hacia mí. “Te voy a presentar a tus nuevas amigas y nuevos amigos'. Y con gesto amable se paró a mi lado. Yo miraba a todos, ellos sonreían, pero una voz se escuchó desde el fondo:
- ¿Quién es este Henry que viene a fastidiar nuestra tranquilidad?“ Entonces palidecí y me dieron ganas de llorar.
- ¿Quién dijo eso?”, preguntó la profesora, aunque sabía bien quién lo había dicho. Todos guardaron silencio, pero se oían algunas risitas. No insistió en seguir preguntando por el responsable de tan cruel comentario, más bien se centró en mí; buscaba la manera de hacerme sentir bien y me comentó que las niñas y los niños en esta sala de clase se caracterizaban por ser buenas compañeras y compañeros, muy responsables, solidarios y muy honestos.
Debo confesar que aunque no creía mucho en estas palabras por lo que acababa de ocurrir, el sentimiento negativo que tenía se desvaneció en mí y también en mis nuevas compañeras y nuevos compañeros. Los volví a mirar y me sonreían, se sentía en esas miradas y sonrisas la solidaridad, la responsabilidad y la hermandad.
Mi nueva profesora sabía cómo transformar un acto negativo. Con el pasar de los días, lo confirmé: en cada clase nos retaba y nos comprometía a ser mejores personas, mejores amigos; a ser responsables, respetuosos y solidarios."
¿Cuál es el mensaje que transmite el autor?
Respuestas a la pregunta
Contestado por
6
Respuesta:
que en todo momento debe existir respeto y que el que persevera alcanza
michelle9779:
gracias!
Contestado por
0
Explicación:
que debe de ver respeto y amor,respetar unos a otros para que nos respeten
Otras preguntas
Castellano,
hace 22 días
Matemáticas,
hace 22 días
Arte,
hace 22 días
Ciencias Sociales,
hace 1 mes
Historia,
hace 8 meses
Matemáticas,
hace 8 meses
Biología,
hace 8 meses