Enunciado de conservador PORFA VOR
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
A partir de ese momento empezó a articularse en dos vertientes ideológicas: una de carácter republicano y federal, más progresista; y otra de carácter conservador y tradicionalista, que acabó imponiéndose sobre la anterior.
A partir de ese momento, se produjo un giro aún más conservador en la política gubernamental.
Canalejas, como nuevo líder del Partido Liberal, pretendió emprender una política de regeneración democrática, que sería el equivalente, desde las fi las liberales, a la «revolución desde arriba» del conservador Maura.
En este sentido, apenas tenía consecuencias que el sufragio fuera censitario o universal masculino, excepto en las grandes ciudades, donde tenían más posibilidades de obtener algún escaño los candidatos de otros partidos distintos del Conservador y el Liberal.
En este sentido, los artistas plásticos reivindicaron su libertad creativa por encima de todo, muchos de ellos con una actitud provocadora contra la sociedad en su conjunto, a la que despreciaban por su convencionalismo y su carácter conservador.
Finalmente, se cedió la presidencia de la República al conservador Alcalá Zamora –que había sido el primer presidente del gobierno provisional–, en un gesto conciliador y para asegurarse la adhesión de la derecha republicana.
Fue un arte conservador, ya que dichos valores ideológicos tenían la finalidad de mantener y reforzar el orden social establecido.
Fue una institución de carácter conservador.
La Lliga era un partido político conservador que aspiraba a la autonomía de Cataluña.
Por último, el Congreso destituyó al presidente de la República, el conservador moderado Alcalá Zamora, y fue elegido para el cargo Manuel Azaña, quien, en consecuencia, tuvo que disolver el gobierno que había presidido hasta entonces.
Sin embargo, no se trataba de una corriente de pensamiento unitaria y sistemática, sino más bien de un planteamiento ético ante la sociedad y la política, que se puede dividir en dos grandes corrientes: a Un regeneracionismo desde dentro del sistema, representado por Silvela o Maura, ministros del Partido Conservador, que, como es lógico, limitaban su crítica solo a los aspectos más negativos del sistema político, pero aceptaban su validez general.
Tanto el Partido Conservador como el Liberal tenían su propia red organizada, para asegurarse los resultados electorales adecuados cuando les correspondiese el turno de gobernar.
Todos repudiaban la República, con lo que conllevaba de laicismo, libertades, democracia multipartidista, autonomías regionales, etc. En cambio, sus proyectos apenas coincidían en algunos puntos esenciales, de marcado carácter conservador: a La confesionalidad católica del Estado.
Tras la caída de Pi i Margall y el giro conservador de la República con Salmerón, los cantonalistas proclamaron en Cartagena un gobierno provisional de la Federación Española y declararon la guerra a Madrid.
Tras su desaparición, tanto el Partido Conservador como el Liberal entraron en una dinámica de luchas internas entre diferentes líderes y facciones que propiciaron una mayor implicación del rey en las decisiones políticas.
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