Enfermedades de la piel por deficiencias nutricionales en perros
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Introducción ]
En los últimos años, han aparecido diversos artículos en la literatura veterinaria referente a la relación entre nutrición y algunas enfermedades de la piel de caninos y felinos. Las deficiencias nutricionales, pueden resultar de la ingestión de alimentos mal preparados o mal almacenados, de una ingesta insuficiente para cumplir con las demandas metabólicas o por enfermedades sistémicas que influyen en la digestión, absorción o metabolismo de los alimentos. Diversas investigaciones en nutrición, han demostrado que las deficiencias tanto en vitaminas, minerales, proteínas y ácidos grasos pueden resultar en enfermedades de la piel.
En aquellos animales alimentados con alimentos comerciales preparados, es raro que aparezca alguna deficiencia específica de algún nutriente.
Cuando el perro o gato se alimenta con comida preparada en la casa tiene alguna alteración metabólica o tiene requerimientos nutricionales específicos, pueden ocurrir deficiencias específicas.
[ Características clínicas ]
Las deficiencias nutricionales causan signos seborreicos en la piel (Fadok 1986). Los animales en estas condiciones, presentan un pelaje sin brillo, seco y quebradizo. En algunas regiones de la piel el pelo cae fácilmente, dejando zonas de alopecia. Mientras se mantenga la deficiencia, el pelo no vuelve a crecer o lo hace muy lentamente. La piel está generalmente escamosa, oleosa o con una combinación de ambas alteraciones.
Cuando la deficiencia se ha mantenido por largo tiempo, la piel generalmente tiene un aspecto grasiento. Debido a que en estos animales la capa de grasa epidérmica es anormal, están susceptibles a las infecciones bacterianas de la piel, las cuales pueden causar prurito.
La zona nasal y de los cojinetes plantares, a menudo presentan hiperqueratosis, la cual si es severa en la región digital, puede causar cojera.
Debido a que las lesiones de la piel inducidas por la nutrición pueden simular a aquellas observadas en otros desórdenes seborreicos, en todo animal seborreico debe considerarse la nutrición en el diagnóstico diferencial (Miller 1986). En la historia clínica debería incluirse información sobre el alimento usado incluyendo marca, tipo y almacenamiento y la cantidad que se acostumbra administrar. Es importante también realizar preguntas sobre el estado de salud del animal y sus antecedentes anteriores, pues si por la anamnesis se indica deficiencias en la dieta o alteraciones metabólicas, estas deberían ser corregidas; pero más a menudo, el clínico encuentra que el animal come un alimento adecuado y no tiene historia o signos clínicos de enfermedades sistémicas.
En todos estos casos debería realizarse un hemograma, perfil bioquímico, urianálisis y biopsia de piel, especialmente en los animales viejos.
Actualmente, en el extranjero, se realizan exámenes cuando se sospecha una deficiencia nutricional, consistente en la detección de ese nutriente en suero o tejidos, pero son de alto costo, para ser usados rutinariamente.
Por último, el diagnóstico de una deficiencia nutricional se confirma por la respuesta a la suplementación apropiada.
[ Ácidos grasos esenciales ]
Las grasas de la dieta son necesarias para la energía calórica, palatabilidad de los alimentos, formación y mantención de la fluidez y función de las membranas celulares y para la formación de prostaglandinas, leucotrinas y otras. Los ácidos grasos esenciales son el linoleico, linolénico y araquidónico. Los perros pueden sintetizar tanto el linoleico como el araquidónico a partir del ácido linoleico, mientras los gatos requieren de la dieta como fuente de los tres ácidos grasos. Los animales deficientes en grasa desarrollan signos seborreicos en la piel.
En la práctica clínica, se observa que las deficiencias en ácidos grasos pueden ocurrir en los animales que comen alimentos comerciales secos o semihúmedos o que reciben dietas especiales bajas en grasa para ayudar a controlar la hiperlipoproteinemia, las alteraciones hepáticas, pancreáticas o la obesidad.
La seborrea por deficiencia de grasa es rara en el gato y probablemente poco frecuente en el perro normal.
Basado en el antecedente que no hay otras causas nutricionales de seborrea, además de las ya conocidas como el comer alimentos preparados secos o semihúmedos, se ha utilizado en la práctica, modificar la dieta del animal por un período de dos meses antes de hacer una evaluación diagnóstica, siendo así que aquellos animales alimentados con alimentos semihúmedos se les cambia por alimento seco con alta cantidad de grasa.
Los alimentos secos preparados con alta cantidad de grasa se usan para aquellos animales que ya comían este tipo de alimentos. Si los dueños no están dispuestos a cambiar la dieta de sus animales, entonces deben agregarse suplementos de grasa en la dieta.
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