Historia, pregunta formulada por lamakina7777777, hace 16 horas

Encuentra en el texto 6 palabras con h determina en cada caso si se trata de una H muda una H aspirada


Lectura: el análisis literario Poema del Cid El Poema versa sobre el destierro del Cid y la restitución de su honra tanto política como familiar. Todos los personajes de la obra giran en torno a Rodrigo Díaz, siendo unos, sus adeptos; y otros, adversarios. Entre los adeptos al Cid figuran su familia: doña Jimena, doña Elvira y doña Sol; sus lugartenientes: Álvar Fáñez de Minaya, Martín Antolínez, Muño Gustioz, Pedro Vermúez, Félez Muñoz, Jerónimo, Álvar Álvarez, Álvar Salvadórez y Galín García; sus amigos: el abad Sancho y el moro Abengalvón; y las mesnadas. Entre los adversarios del Campeador están los nobles: el Conde de Barcelona, Garci Ordóñez y los infantes de Carrión; y los moros: Tamín, Fáriz, Galve, Bucar y Yúcef. El rey Alfonso es el único personaje que, adverso primero al Cid, se coloca luego a su favor. El espacio del Poema, organizado por el viaje del héroe, se divide en ámbito del destierro: Vivar, Burgos, Cardeña, Medinaceli, San Esteban de Gormaz, Castejón, Alcocer, Levante, Valencia y el río Tajo; y ámbito de la afrenta: Valencia, Corpes, Toledo y Carrión. El tiempo del Cantar tiene un ritmo lento en el destierro (9 días), rápido en la acción bélica (unos cuatro años), y menos movido en las bodas, la afrenta, el juicio y duelo (más de 2 años) pero sin perder su cariz dinámico. La trama comprende un ciclo guerrero y un ciclo familiar. La narración es el recurso expresivo dominante que prepondera la acción del héroe como leitmotiv del relato. El Cid es el eje constructor del Poema y la razón de la historia, los personajes, el espacio, el tiempo y la trama. El Cid constituye el significado primero y último del relato porque sin él la fábula carecería de sentido. Si todos los elementos estructurales del Cantar se irradian desde el Cid y convergen en su figura, el narrador lo que desea es destacar ante el auditorio el rol ejemplarizador del héroe. Y el discurso que contiene un modelo pretende promocionarlo y enseñarlo para persuadir a su público de la necesidad de interiorizarlo y asumirlo para obtener provecho del mismo. El Cid como paradigma adquiere mayor claridad si observamos con detenimiento sus atributos de héroe. El Cid conoce su identidad: Rodrigo Díaz, origen: Vivar, y su destino: la honra. Identidad, origen y destino que el Cid enlaza de manera efectiva con su acción fructífera, nunca fallida. El Cid como héroe medieval ejerce dominio sobre las potencias del alma: sabe quién es (entendimiento), de dónde viene y adónde va (memoria) y actúa con acierto (voluntad) para obtener la victoria en su viaje heroico. Modelo que, mirado a través del mundo íntimo del héroe, se edifica, según Alberto Montaner, desde la mesura traducida en ponderación, templanza y resignación. Mesura que se aprecia en el destierro (vv. 7-91) y en la afrenta (vv. 2826-2834). El Cid modera sus impulsos, pero esa mesura no menoscaba su vocación de acción y otorga, a esa aceptación de la adversidad, optimismo y esperanza: el héroe vence el exilio y la afrenta. La mesura es el principio que rige la batalla, el trato con los vencidos y la reparación judicial de la afrenta. La mesura del Campeador –continúa Montaner– conjuga dos facetas opuestas de la personalidad del héroe: la fortitudo y sapientia. La fortitudo es fuerza física, capacidad para el combate, aptitud para la acción y poder de caudillaje. La sapientia, en cambio, es conocimiento, sagacidad y astucia. Esta conducta sabia –concluye Montaner– se exterioriza en virtudes concretas como la lealtad al rey; la preocupación por sus parientes, vasallos y amigos; la maña durante el combate; la justicia en el reparto del botín; la valentía ante el enemigo; y la misericordia para con los vencidos. El Cid presenta una gran variedad de registros que hacen del héroe un personaje que se revela bajo una versatilidad incesante. Rodrigo Díaz de Vivar no es un caballero de hazañas sobrehumanas, un paladín contra los moros, ni mucho menos un cruzado medieval: el Cid integra un programa de vida guerrero-familiar que los infanzones de Extremadura de las postrimerías del siglo XII (frontera de la España cristiana con el al-Andalus), debían “admirar e imitar” para que ellos, al igual que el Campeador, pudieran mejorar su situación económica paupérrima por medio de hazañas bélicas, obtener fueros, y sus líderes, además de lograr riqueza, pudieran también ascender a la nobleza. Marco Aurelio Ramírez, La expresión literaria de la España medieval. Mérida: Publicaciones Vicerrectorado Académico CODEPRE, 2007.​

Respuestas a la pregunta

Contestado por IsisPam
1

Respuesta:

Héroe

Heroico

Hacen

Hazañas

Honra

Explicación:

Todas son mudas a falta de una c consecuente a la h, la c es la que le otorga un sonido.

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