En un relato, ¿Todos los hechos deben ser reales? ¿Por qué?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La narración dentro del género literario narrativo, es narrar o relatar una historia real o imaginaria. Se denomina narración a la manera de contar una secuencia o una serie de acciones, realizadas por unos personajes, en un lugar determinado a lo largo de un intervalo de tiempo determinado, es decir, se refiere lingüística o visualmente a una sucesión de hechos.
Tanto las acciones, como los personajes y el lugar, pueden ser reales o imaginarios. Esto no afecta al carácter de la narración, porque el objetivo del autor de la narración es que el lector se imagine los sucesos que se cuentan.
Mientras que desde la perspectiva semiológica la narración se puede realizar con cualquier clase de signos, la lingüística considera que un texto narrativo responde a una clasificación basada en la estructura interna donde predominan secuencias narrativas. Estas secuencias se construyen mediante el signo lingüístico, lo que deja fuera de el carácter narrativo que pudiera presentar un cuadro o imágenes.
Explicación:
Dado que una narración es un encadenamiento de sucesos, las relaciones sintácticas fundamentales que se dan son de naturaleza causal y temporal: un hecho lleva a otro y, por lo tanto, existe fluir temporal. En este sentido, es frecuente en un relato el uso de conjunciones o locuciones conjuntivas que indiquen causa y consecuencia, adverbios y locuciones adverbiales de tiempo. También, por su utilidad para señalar hechos que se van sumando unos a los otros, es frecuente el uso de la coordinación copulativa. En cuanto a la modalidad causal, es lógico el predominio de cláusulas aseverativas.
Dado que el fluir temporal es un aspecto básico y caracterizador de una narración, las formas verbales desempeñan un papel fundamental. Los tiempos verbales más usados para narrar son los de aspecto perfectivo, esto es, aquellos que presentan la acción como acabada. Esto es así porque son los que permiten ir encadenando las distintas acciones una después de las otras a medida que van concluyendo. El tiempo verbal más habitual es el pretérito perfecto simple o indefinido, además de los distintos tiempos compuestos que también son perfectivos.
También narra los sucesos extraordinarios o reales, según el autor decida.
Por su significado, abundan necesariamente los verbos de movimiento, de acción y de lengua.