En un plano los espacios libres y comunes a todos los ciudadanos pueden ser
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Distrito Federal; miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel I; y Doctor en Ciencias Políticas y Sociales. Principales ejes de investigación: democracia, participación ciudadana, el espacio público y la cultura de la legalidad.
Fecha de recepción: 15/01/2014.
Fecha de aceptación: 16/02/2015.
Resumen
El espacio público representa la sociabilidad, pero también el conflicto, y contiene oportunidades de entendimiento y disenso; por ello, se presenta una relación inseparable entre espacio público y ciudadanía. A partir de la misma, se puede abordar la forma en que se concibe a los ciudadanos, cómo participan y cómo se relacionan. Por su parte, los espacios públicos son vitales para crear, modificar y desarrollar instituciones que puedan representar los intereses de las personas. No obstante, existen distintas concepciones en torno al ejercicio e identidad del ciudadano por lo que, desde el liberalismo, republicanismo y comunitarismo, es preciso identificar la naturaleza de la relación que se establece con el espacio público.
Palabras clave: Ciudadanía, espacio público, participación política, Estado, globalización, identidad política.
Abstract
The public sphere represents sociability, but also conflict and opportunities of understanding and dissent, hence an inseparable relationship between public space and citizenship it is presented. From this relation we can address how citizens are conceived, how they participate and how they relate. Meanwhile, public spheres are vital to create, modify and develop institutions that can represent the interests of people. However, there are different views about the practice and identity of the citizen, so from liberalism, republicanism and communitarianism, it is necessary to identify the nature of the relationship established with the public sphere.
Introducción
La acepción moderna de la ciudadanía se remonta a la Revolución Francesa y evoca una serie de derechos y obligaciones a los que todos, de una u otra manera, estamos sujetos. Asimismo, esta concepción tiene una construcción desde los contractualistas, tal como se estableció con Hobbes, en la cual la soberanía deja de residir en el monarca y se transfiere al pueblo (Locke). En este sentido, Held (1997) afirma que,
[...] desde la Edad Antigua hasta el mundo contemporáneo, todas las formas de ciudadanía han tenido ciertos atributos comunes. Ciudadanía ha significado cierta reciprocidad de derechos frente a, y deberes hacia, la comunidad política. Ciudadanía ha significado la pertenencia a la comunidad en que cada cual vive su vida; y [...] ha implicado diversos grados de participación. (p. 91).
Aunque, en efecto, la ciudadanía ha presentado dichos atributos comunes, también es oportuno mencionar que no ha experimentado una evolución totalmente homogénea, sino que se ha modificado con el tiempo y de acuerdo a contextos determinados. Incluso en la actualidad, y a pesar de la tendencia a la universalización del concepto, aún encontramos disparidades en el modo de concebirlo y abordarlo dependiendo de la norma que rija a la ciudadanía en cada país1. Asimismo, si pensamos en la evolución del término de ciudadanía, este se ha transformado en el contexto del surgimiento de derechos como el de la propiedad, educación, la pertenencia a un credo religioso o a una etnia, por mencionar algunos. La ciudadanía, en primer término, tenía su correspondencia con la pertenencia de la persona a la comunidad política; la persona, por lo tanto, es parte de esa comunidad y le merece una lealtad en reciprocidad. Sin embargo, en la modernidad, esta comunidad transita por un proceso de secularización el cual se materializa en el Estado nacional de derecho.