En tiempos remotos, tanto cocinar como compartir la mesa nos hicieron humanos. El hecho culinario y el acto de la comensalidad otorgan identidad a los pueblos y son el combustible que mantiene vivas nuestras relaciones con los otros. Nos hablan de nuestra dimensión cultural y social, pero también política, económica y espiritual. ¿De qué hablamos cuando hablamos de comer?
Recordemos: ¿Qué se les dice a los amigos o familias: “vamos a reunirnos para charlar” o “vamos a almorzar”? En esta situación, ¿necesitamos calorías y nutrientes? ¿Necesitamos saciar nuestro hambre? Ustedes, ¿qué piensan? Escriban sus ideas.
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Explicación:
En mi caso, cuando vamos a comer se dice "vamos a almorzar", los temas llegan a ser relevantes, nada político ni económico teniendo en cuanta que son niños más que nada los que pueden llegar a haber, no se en el caso de los adultos ya que mis hermanos son todos pequeños. Lo que más se puede llegar a hablar es de las clases o cómo va el negocio familiar, pero no sé va a más; o sea las cuentas, lo que se debe y así.
No sé si esa es la respuesta que buscabas.
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