En que tipo de texto se usan los nexos concesivos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Desde el punto de vista semántico o de significado, se pueden diferenciar tres clases: los de anterioridad, los de simultaneidad y los de posterioridad. Así como primero indica que una acción sucede antes que otra, en primer lugar, por último o finalmente indican fin de una enumeración de hechos. Mientras tanto marcan la simultaneidad entre dos hechos o el tiempo en el que se desarrolla una acción. A continuación es marca de sucesión temporal inmediata, mientras que el valor básico de después y luego es el de indicar posterioridad temporal. En conclusión, los nexos son palabras con las que puedes unir unas oraciones en particular como:
porque, con, para, y, también, por lo tanto, o, que, pero, el hecho de que, por donde, además, cuando, etc...
Por otra parte, se distinguen conectores (conjunciones coordinantes y que no ejercen función alguna en las proposiciones que unen), transpositores (conjunciones subordinantes que no ejercen función dentro de la proposición que introducen) y relatores (pronombres relativos y adverbios relativos que ejercen función dentro de la proposición subordinada que introducen).12
Nexos en español
Nexos coordinantes
Funcionan como uniones entre palabras de la misma categoría o entre oraciones.
Copulativos (y, e, ni): Ella habla y él escucha.
Disyuntivos (o, u, ya, bien): ¿Prefieres hablar o escuchar?
Adversativos (mas, pero, aunque, sin embargo, antes bien, sino, no obstante): Llueve, pero no me mojo.
Nexos subordinantes
Los nexos subordinantes pueden pertenecer a una gran variedad de categorías o clases de palabras: pueden ser conjunciones, adverbios o pronombres, o incluso locuciones conjuntivas. Sirven para subordinar una proposición a otra a un nivel inferior de importancia:
Yo desperté cuando ya amanecía.
La proposición Yo desperté es la principal, su información es jerárquicamente más importante que la de la proposición ya amanecía. A la primera se le denomina oración principal y a la segunda oración subordinada; el nexo cuando, que es además un adverbio de tiempo, sirve para subordinar la segunda a la primera y señalar su distinto nivel de importancia. Sintácticamente, la oración subordinada introducida por el nexo subordinante se analiza como un sintagma complementante, cuyo núcleo sintáctico es precisamente el nexo subordinante.
Existen tres distintos tipos de subordinación: subordinación sustantiva, subordinación adjetiva y subordinación adverbial.
Los nexos de la subordinación sustantiva son las congunciones que, el que, el hecho de que y si; los pronombres interrogativos qué, cuál, quién, precedidos o no de preposición y los adverbios interrogativos cuándo, cuánto, cómo y dónde, precedidos o no de preposición: "Que fumes es malo". "El que fumes es malo". "El hecho de que fumes es malo". "Me preguntó si fumaba". "Me dijo que fumaba demasiado". "Me preguntó cuánto fumaba". "Me indicó por dónde estaba". Las proposiciones subordinadas sustantivas se pueden también construir sin nexo o usando infinitivos: "Le ordeno (que) se presente aquí de inmediato". "Fumar (=que fumes) es malo". "Decírselo (=El que se lo dijeras) fue mala idea".
Los nexos de la subordinación adjetiva son siempre pronombres relativos: Que, quien-es, el-la-los-las cual-es; cuyo-a-s (que funciona también como determinante posesivo) y cuanto-a-s, precedidos o no de preposición: "El tabaco que me diste era muy malo". "Los criminales a quienes arrestaron eran muy peligrosos". "El vicio del tabaco, el cual tantas vidas cuesta, supone una rémora para la sanidad de este país". "La marca cuyo humo aspiraba tan golosamente era muy cara".
Los nexos de la subordinación adverbial son más variados, porque entre ellos se distinguen varias clases de subordinación.
Subordinación circunstancial:
temporales (cuando, al + inf., mientras, después de que, antes de que y otros de igual o parejo significado): "Cuando cantó el gallo, san Pedro lloró".
locales (donde, adonde, por donde, en donde, desde donde...). "Lo hizo donde le dijiste".
modales o de modo (como, según, conforme, como si, de la forma, manera, modo que): "Lo hizo como le dijiste."
comparativas (tan... como; más... que; menos... que). En este último caso se utilizan nexos discontinuos o correlativos. "Pedro es tan alto como Juan (es alto)"
Explicación:
Respuesta:
Los nexos concesivos o de concesión son aquellos que vinculan semántica y pragmáticamente un miembro del discurso con otro anterior. En concreto, su significado brinda una suerte de instrucciones para poder realizar inferencias. Debemos resaltar que estas, en la mayoría de los casos, no son de naturaleza lógica, sino que los supuestos de los hablantes, es decir, el conjunto de conocimientos extralingüísticos que constituyen el saber compartido por los interlocutores, tienen un rol esencial para que las inferencias tengan lugar.
La conjunción concesiva por antonomasia es aunque.
(1) Aquí todavía es verano, aunque se cumplen faenas de otoño.
Carpentier, El camino de Santiago.
Estos nexos introducen conclusiones contrarias a las esperadas en un primer término, en este sentido se los entiende como nexos contraargumentativos. Como ya se dijo, la incompatibilidad entre los dos miembros se establece en función de preferencias que se suponen conocidas o habituales, pero también simplemente acordes con el sentido común.
Por ejemplo, en Aunque llueva, saldré a pasear se considera que el hecho de que llueva es una posible objeción para salir porque se entiende que no es usual salir a pasear si está lloviendo. Con otras palabras: en las construcciones concesivas se rechaza la expectativa presupuesta, es decir, se niega la relación implicativa que se establece entre los dos miembros.
En el § 31.3 de la Gramática del español para maestros y profesores del Uruguay se puede profundizar sobre esta temática.
Desde el punto de vista semántico, podemos ver que hay una cercanía entre las estructuras concesivas, adversativas, condicionales y causales. Esbocemos estas relaciones.
Es fácil constatar que los nexos concesivos están cercanos al significado que aportan los nexos contrastivos (que incluyen las estructuras adversativas). Ambos tipos de nexos suelen actuar como guías del procesamiento de la información, activando o suprimiendo inferencias que se podrían deducir de los enunciados. (Sin embargo, hay diferencias interesantes entre las construcciones concesivas y las adversativas.)
Cualquier hablante podría encontrar las siguientes como paráfrasis aceptables la una de la otra:
(2) Aunque Pepe estuvo muy enfermo, fue a trabajar.
(3) Pepe estuvo muy enfermo pero fue a trabajar.
En ambas construcciones (Aunque A, B/A pero B) hay dos situaciones denotadas: el hecho de que Pepe estuvo enfermo y el hecho de que fue a trabajar. Esta no es una relación de causa-consecuencia (Porque A, B: Porque Pepe estaba enfermo, fue a trabajar), sino que tales situaciones tienen un vínculo implicativo subyacente entre sí que será negado. El saber compartido (lo que está implícito en forma subyacente) plantea que «cuando una persona está enferma no va trabajar». Tanto en la estructura concesiva (2) como en la adversativa (3) percibimos un contraste: no sucede lo que suponemos. En otras palabras, vemos que hay una ruptura de la expectativa que trae la relación implicativa, o sea, el hablante espera que se dé una situación (Pepe está enfermo, por lo tanto no va a ir a trabajar), pero se da otra distinta (Pepe está enfermo pero fue a trabajar/Aunque Pepe está enfermo, fue a trabajar).
Esa expectativa que se contraría también se puede formular con una estructura condicional. Con otro ejemplo: Aunque se lo explicaron bien, no lo entendió contraría la expectativa que se infiere de la condicional Si algo se explica bien, se entiende. Entre las dos cláusulas (oraciones) de las construcciones concesivas, al igual que con las de las condicionales, se establece una relación de interdependencia, en el sentido de que ninguno de los miembros puede ser suprimido sin alterar el significado del conjunto.
No obstante, a veces es posible que algún segmento aparezca implícito, elíptico o incompleto; en estos casos el contexto es imprescindible para la comprensión de lo dicho.
(4) —¡Por favor! Por lo que más quieras…
—Ni aunque me lo pidas de rodillas…
Si pensamos en las estructuras causales, condicionales y concesivas, se constata que estas últimas son las más complejas, y por ello se adquieren en forma tardía. Esto se debe al hecho de que establecer una relación negativa implícita entre dos cláusulas representa para el hablante una mayor complejidad de procesamiento cognitivo: en primera instancia se debe establecer una relación de presuposición y en una segunda, negarla.