Ciencias Sociales, pregunta formulada por betsabearavena3, hace 2 meses

En qué se diferencian el coipo y el gruñidor de Álvaro ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por RAFELLOBO
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Respuesta:A lo largo de nuestra historia los reptiles han sido percibidos

con miedo y desagrado por el ser humano, lo que en cierta forma

nos ha hecho despreocuparnos de su protección, pese a que estas

criaturas son parte de nuestro patrimonio cultural y biológico.

Este miedo tiene raíces profundas que nos llevan a los inicios de

la ciencia moderna, cuando Carlos Linneo, padre de la taxonomía

moderna, consideraba a los reptiles como animales aborrecibles

y despreciables (Lavilla 2012). Esta mala reputación ha permeado

también a las culturas religiosas y creencias populares, desde la

serpiente culpable de la expulsión del paraíso pasando por historias

de monstruos reptilianos que han invadido nuestro imaginario con

dragones feroces y encendidos en llamas, Basiliscos que succionan

el aliento de sus víctimas, la mítica Medusa, que con sus cabellos

transformados en serpientes puede convertir en piedra a quien ose

mirarla directamente, o el culebrón que arrasa los gallineros en los

campos a lo largo de Chile.

No obstante lo anterior, no hay que olvidar que las culturas

prehispánicas se caracterizaron por representar a animales

emblemáticos en la alfarería, en textiles y dejaron huella en

el arte rupestre, también fueron considerados en formas más

evolucionadas, desde el punto de vista cognitivo, como son los mitos

y leyendas constituyentes de su visión del mundo, y convertidas

luego en parte de su legado cultural (Mera y Lobos 2008). En el caso

de los reptiles, probablemente debido a su importante presencia

en los ambientes del norte de Chile, éstos fueron representados

por las culturas del área en forma recurrente (Mostny & Niemeyer

1983). En tanto, en la zona centro sur de Chile (incluyendo a la Isla

de Chiloé) los reptiles han tenido un rol protagónico en la cultura

Mapuche, dicho protagonismo se encuentra desarrollado en su

construcción lingüística, agregándose a los nombres propios de

lugares (por ejemplo Viluco, del mapudungun Vilo: serpiente y Co:

agua), y por sobre todo en su cosmovisión, como el mito de KaiKai

Vilú y el TrengTreng Vilú, serpientes asociadas al origen del universo

en la cultura Mapuche.

Hoy en día la declinación de los herpetozoos (an!bios y reptiles)

a nivel global constituye un proceso complejo de dimensionar,

sobre todo por la escasez de estudios cientí!cos sobre el estado

de sus poblaciones en Latinoamérica, donde hay una carencia de

inventarios de especies y conocimiento de las poblaciones a nivel

local (Young et al. 2001). Si bien, actualmente existe una creciente

preocupación por la disminución de numerosas poblaciones de

an!bios (Alford & Richards 1999; Stuart et al. 2008; Collins 2010;

Blaustein et al. 2011), lo mismo estaría sucediendo a los reptiles.

En ellos se reconoce que el cambio climático podría tener un

importante efecto en especies distribuidas en altas altitudes y

latitudes (Sinervo et al. 2010; Pincheira – Donoso 2011). Gibbon

et al. (2010) reconocen como las principales amenazas a la

pérdida y degradación de hábitat, especies exóticas invasoras,

contaminantes ambientales, cambio climático y posibles

enfermedades infecciosas y parasitarias, entre otras.

La pérdida de hábitat y su degradación es, sin lugar a dudas,

una de las consecuencias de mayor impacto de las actividades

humanas que afectan a los reptiles, ya que generalmente implica

la perdida de las especies. Ejemplo de ello son el crecimiento de

ciudades hacia espacios naturales, las parcelaciones de agrado

Explicación:

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