en que región socioeconómica de Costa Rica se construyó un ferro carril para las exportaciones del café?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La región Atlántico-Caribe de Costa Rica: las imágenes de la construcción regional
Las historias nacionales se presentan a partir de etapas, en una perspectiva evolucionista y teleológica, en la cual los Estados nación aparecen como un resultado preconcebido. Aunque la historia nacional, como producto, abarca totalidades nacionales, es importante no dejar de lado el hecho de que en su interior existen temporalidades diferenciadas, que se explican porque hay una autonomía relativa de las realidades y de las subjetividades construidas en las regiones y las localidades. Las regiones son una "construcción histórica" y la región atlántico-caribe de Costa Rica ha desarrollado su proceso de conformación histórica entre los siglos xvi y XXI (Viales, 2013).
En términos territoriales e institucionales, la región atlántico-caribe surgió como la Comarca de Limón, que se creó por medio del Decreto 27 del 6 de junio de 1870 y que se consolidó como provincia, por medio del Decreto 59 del 1 de agosto de 1902. El denominado Ferrocarril al Atlántico fue un proyecto estrella del liberalismo, construido entre 1870 y 1890, que permitió la llegada de capital extranjero, de trabajadores y de trabajadoras afroantillanos, mayoritariamente jamaiquinos, desde 1872, y el surgimiento de la plantación bananera bajo la modalidad de enclave, con la participación de la United Fruit Company (Hernández, 1990, pp. 191-240; Murillo, 1995; Viales, 1998; Viales y Díaz, 2014, pp. 113-137).
El paisaje de la plantación bananera transformó la región atlántico-caribe de Costa Rica. A las orillas de los ríos se instalaron los pueblos bananeros, con la casa de los capataces y las barracas de los trabajadores bananeros, cerca de las plantaciones pero no dentro de las plantaciones, con lo que se planteó una segmentación productiva y social, mediada por la explotación del trabajo, de la naturaleza y de la sociedad (Hernández, 1995, pp. 68-125; Abarca, 2005).
En la cosecha bananera interactuaron la energía y la fuerza motriz humana, con la animal y con el ferrocarril. A partir de dicha interacción, se construyeron métodos de siembra y de cosecha que coadyuvaron a la construcción sociohistórica de la calidad del banano en Costa Rica, pero también excretaron desechos energéticos y materiales que el medio ambiente no pudo reciclar debido al volumen de la plantación y de la producción (Viales y Montero, 2010; Viales y Montero, 2011, pp. 83-124; Montero y Viales, 2013, pp. 477-521; Montero y Viales, 2014, pp. 310-338; Viales y Montero, 2015, pp. 147-176).
La carga del banano en el ferrocarril, con rumbo al puerto, fue posible por la existencia de obreros especializados, explotados por la transnacional, y por la transformación de la naturaleza que permitió la vinculación entre las fincas, el ferrocarril, el puerto y el mercado, mediante la construcción de caminos y de vías férreas. En términos socioculturales, las relaciones interétnicas fueron parte de la convivencia y del conflicto en la región. El uso de los sistemas de refrigeración en los barcos permitió cargar la fruta verde y controlar el proceso de maduración hasta llegar al mercado estadounidense, lo cual garantizó una oferta de fruta estable (Bourgois, 1994; Harpelle, 2001; Gudmunson y Wolfe, 2010; Senior, 2011; Rosario, 2015).
En el contexto de las principales actividades productivas de la región atlántico-caribe de Costa Rica, los trabajadores tuvieron que adaptarse a las actividades productivas que tenían mercado, como el cultivo y la exportación de cacao. La región atlántico-caribe amplió las desigualdades y la explotación de los pobladores autóctonos de Costa Rica, que ya habían sido marginados por el proyecto liberal de progreso.
En la perspectiva de las fotografías se puede notar la presencia del equipamiento y de los servicios urbanos en la ciudad de Limón, capital de la provincia de Limón, una agritown que creció por la plantación bananera y que se convirtió en el centro de poder del enclave bananero, en conexión directa con Boston, donde se ubicó la sede de la United Fruit Company, y con el poder regional y el Estado costarricense, con los que estableció relaciones asimétricas y de hegemonía del capital extranjero, que refrendó una lógica nacional, transnacional y transnacionalista en la región, rasgo compartido con otras regiones del Caribe de América Latina (Ellis, 1983; Chomsky, 1996; Striffler, 2002; Striffler y Moberg, 2003; Soluri, 2005; Colby, 2011; Putnam, 2013).
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